Un audio de WhatsApp

Hola, Juampi querido, mi amor, adorado: siete y cuarto pe eme en Buenos Aires, Ciudad Autónoma, Feria del Libro, stand de La Sensación. Estoy pasando uno de los mejores momentos de mi vida, ¿sabés por qué? Porque tengo ¡biblioteca! Mucho libro como nunca, novedades, libros de fondo, poesía, novela, lindas tapas que me recontra educan, divinas. Mansalva, Ivan Rosado, Blatt & Ríos, Caballo Negro, libros con muchas páginas que tienen de… 120 a 460, no sé, mega; y estos libros son los mejor editados del planeta, te digo. Son parecidos como a los libros alemanes: son libres, no tienen prólogos, no van a la cita de autoridad que te dice me dice le digo lo que tengo que pensar, ni quieren juntar polvo en la Biblioteca Nacional ni te rompen las pelotas. Así que la paso bomba. Tengo dos o tres favoritos: uno acaba de llegar, El regalo de virgo, de Mariano López Seoane. Está brutal, estamos con mi amigo W y la Nico Moguilevsky, porreados al máximo. Y estamos comentando el libro todo el día. Que aparecen todas, que aparece la Héctor (y después desaparece en un sauna), que hay un huevito que se transforma en chongo, que se hacen las compras a ciegas y se gasta mucho más y mucho peor, que no sabemos si es ciencia ficción o historia proyectada al futuro (viste que la Marianino es doctorada en no sé qué ciencia social mega compleja, super inteligente, honoris causa y deshonoris consecuencia). Así que nada, es una novela mega, no te la voy a contar entera porque sino después sos tan vago que no la leés y subís la selfie al instastory sacando boquita y mostrando el libro para que todos crean que la leíste. Te conozco, las conozco. Pura foto y pocas letras. Esta es una novela que todo puto, puta, putito, putita, putón, putona, putaza, putorta, travesti, transexual, varón antipatriarcal y mujer a secas va a disfrutar. ¿Te gusta Aira pero siempre te pareció que era medio hetero? Bueno, acá está, llegó el Aira gay a la literatura argentina, el heredero de Copi: inteligencia, argumento, músculos, hipótesis, teorías, botánica avanzada, alemanes y mucho sexo e imaginación al servicio de la literatura. Así que nada, leela, no seas hueca. Nos vemos en el sauna, ¿a qué hora vas vos? Bueno, yo llego más tarde, esperame donde ya sabés y como ya sabés. Pechuga pechuga limón melón pomelo sandía. Te quiero, te adoro, como Mariano al chongo.