Greco puto
A veces me cuelgo un poquito, y llego a la muestras apenas unos días antes de que cierren, como desesperada. Este trabajo de reportera, artista y todas esas cosas que unx hace gratis, me hace pensar en vacaciones en una isla de lujo. Esta vez llegue casi al cierre de ANTES, un mundo sin reliquias la muestra de Juan Reos en Galería Atocha. Es la última semana, y acelero para llegar a la conversación de Ana Longoni, Roberto Jacoby, Lucas Rubinich, Santiago Villanueva y Andrés Aizicovich. Hablan de archivo, documentos, registro, la maravilla del mito, del relato oral entrecruzado y contradictorio. ¿Registro o no registro? son preguntas automáticas que ahora nos obsesionan, pero ¿en los 60´s?.
Entonces ANTES, es una muestra que inventa un registro de todas las acciones que sucedieron bajo ninguna selfie, ni celulares compulsivos, ni redes alocadas, y las dibuja, creando grabados delicados y mínimos -¡qué acertada técnica para la ocasión!- que te meten y te envuelven y te transportan a la escena de lo que pasaba en el mundo artístico local de fines de los 60s y 70s. Cada grabado (son diez) va acompañado de un texto imaginado, de manera que texto e imagen te transportan. Y con todo esto Juan hizo un libro, un libro grande como los de antes, mezcla de ficción y archivo. Juan escribe como Ignacio, que parece que se mete en un viaje y vuela hacia atrás y en una especie de trance, poseído por cuerpos de otrxs, vive todo esto y crea testimonio.
Soy Alberto Greco firmando los baños públicos de Paris escribiendo greco puto, gesto inaugural del vivo-dito, soy Víctor Andrea paseando por Pergamino en su camioneta leyendo poemas en un megáfono, soy un montón de artistas en Buenos Aires queriendo pintar las fuentes de rojo, y las acciones de Federico Peralta Ramos… y las tertulias en el Bar Moderno…
Yo todo esto lo escuché, o lo leí, porque en ese entonces era algo flotando en el espacio. ¿Qué será de esos lugares, sitios de reunión, de acción? ¿Burgers Kings? ¿tiendas de celulares? Devolveme, alguna reliquia, una marquita, una plaquita, algo que nos mande el aura de lo que ya no está.
¿sirve la reconstrucción de una obra? ¿o mejor quedarse en el relato, en el archivo? No hay nada que nos devuelva la intensidad de esas acciones, pero todo lo que sea difuso, la palabra o el grabado, nos devuelve un poco de la magia.
Juan crea documentos de lo mítico. Y de alguna manera llena ese vacío de archivo.
Falta poco para que termine, y pueden verla en Internet, pero si no van, no podrán tocar el objeto sagrado y dar vueltas esas paginas divinas que te llevan como en una biblia a nuestro mítico pasado.
La acción es el mito, el objeto la respuesta, dijo Rubinich y me quedó en la mente nadando.