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  • Patricia Miriam Escoto en diálogo con Irma Mabel

El sindicalismo, el bdsm y la izquierda transpersonal


–Está bueno si nos divertimos, si nadie termina con Ribotril...

–Como cuando cae la policia y me pongo re loca y termina todo peor.

–Yo creo en cosas invisibles de una persona que hacen que un texto o un beso sea lindo… y no ser siempre un individuo, poder ser también una pareja, un grupo, algo así.

–Soy re mala para los grupos.

–Pero tenes una vision transpersonal que es lo importante.

–Es que soy muy despota. Si no me hacen caso en todo me pongo mal y si los pongo a todos a hacer algo me agarra culpa de que no tengan voz ni voto.

–Pero lo importante es la vision de fondo. No importa si sos despota. No sos el primero. Ademas consumimos despotas. Basicamente. Joe Cocker era despota también. O las Kardashian no sé. ¿Violeta Mansilla?

–Moria.

–¿Sos déspota por decirle a tu hija falopera: nena llega temprano a los ensayos, respeta a la gente?

–Claro.

–El problema de la autoridad para mí es la gente medio idiota, no tanto que sean déspotas en sí.

–Es re jodida la autoridad.

–Es lo peor que hay. Por eso basta de bdsm. ¿O bdsm más que nunca? ¿Hace mal joder tanto con la autoridad, o al revés?

–¿Vos sos peronista?

–Soy una persona muy confundida pero trato de estar claro en lo inmediato. En lo cercano...

–Porque el peronismo es muy viejo y tampoco lo recibí de nadie pero es re seductor, más que cualquier cosa. Me re calienta...

–Por ahí… un líder con algo medio Phil Collins, mezcla de novio y papá.

–… algo de tanguero ganster corrupto pero que igual te pone el pan ahí en la mesa tipo chongo machirulo pero igual sensible.

–Eso me encanta, el mafioso que te cuida.

–Proteccionismo.

–Como los sindicalistas que son re mafiosos pero cuidan a los trabajadores, o eso se dice. Y ahora los quieren meter a todos en cana. Y son mafiosos realmente, obvio. Pero estas son cosas que el bdsm de la ciudad de Buenos Aires no va entender nunca.

–El bdsm es medio o muy capitalista.

–Es la decoracion de una casa en La Pedrera. El vestidor con los juguetes.

–Desde el punto de vista de Hegel es el esclavo el que labura, osea tiene un poder. Y el amo lo que le da es protección, una protección que el esclavo necesita...

–El sindicalista sería como el papa protector, el mafioso que igual alguna te tira tipo Glusberg?

–El sindicalista es mediador. El que oprime en todo caso es el jefe. La empresa. Y el trabajador es el esclavo.

–El tema de esas prácticas es que son re adecuadas, el bdsm es re útil para entrevistas de trabajo. Es adaptativo e individualista.

–Maso, lo de individualista, porque siempre necesita un espacio. Un contexto. Mazmorra, oficina… Yo no practico, cojo por la cola nomás. Tengo algún que otro juguete pero no los uso siempre. Pero creo que el bdsm no es solo un dildo gigante en el culo. Como práctica me interesa para analizar relaciones de poder que se pueden trasladar a otras cosas, fuera de la cama mazmorra. Además conozco lo que es la sumisión. La humillacion y varias cosas. Fui abusada y sé lo que es que alguien te intimide con su cuerpo y sus posibilidades y sus privilegios y creo que después en la vida aprendí o pude apropiarme de eso… El bdsm hace ver que no hay otra forma de dialéctica que no sea esa de amos y esclavos, y a partir de ahí… bueno… los roles vienen y van. Cada uno tiene un poder y nadie gana solo, se va articulando un diálogo que en definitiva es la lucha por ser alguien, por el fucking reconocimiento.

–Con el abuso, pienso que hay mucho de internalizar una situación y pensar después: me gusta eso. Yo creo que fui abusada también pero no estoy seguro cien por cien. Y salí con una chica que había sido muy agredida sexualmente y eso de alguna forma me calentaba y tenía muchas fantasías drogadictas con la tortura que de algun lado vienen seguro. Y no sé si hacía bdsm o no pero era todo humillacion, dominacion, etc. en esa relación. Y llegué a pensar que no podía coger sin ahorcar pegar, etc.

–Yo creo que odio a los hombres.

–Yo también. Igual cuando viene Scorzelli con todo eso de la libertad economica y la propiedad privada me caliento un montón.

–Yo no le doy a Mario pero lo aprecio bocha porque me dio mi primera muestra acá. Ahí tenés: machirulo que te protege.

–No sé si es de machirulo, sino más bien de tener una mirada hacia el colectivo. Es lo transpersonal que digo. No importa si estás solo en tu taller pintando, yo creo que si tenés esa visión se nota.

–Otra cosa que me interesa del bdsm en relación al trabajo es esa idea de que el trabajo deforma el cuerpo. Viste que dicen que a las putas pierden los dientes por hacer petes y que hace poco una militante trabajadora sexual salió a decir que no se hacen petes con los dientes así que no digan cualquier boludex... Pero las manos de los trabajadores se curten como se curten los cuerpos al tener sexo. Y hay partes del cuerpo que sí esta bien si son puesta al servicio del trabajo como la espalda y las manos pero los genitales no, son sagrados todavía. El bdsm vendría a plantear que el dolor y la deformacion de los genitales también existen.

–Pero por eso es desublimatorio. El bdsm te dice: la realidad es así. Y yo no creo en eso, creo en inventar otra realidad. La realidad de lo suave entre las personas. O algo medio imposible. Para mí el rol condiciona y lo nuevo, o algo diferente, sería sin roles, onda disolverte en el tacto, disolver el yo, lo transpersonal.

–¿Igual cuando el rol está tan puesto en evidencia no pensás que un poco se vuelve absurdo?

–Hay una distancia mental, te entregás al rol pero a la vez te alejás… y a la vez es catártico... El bdsm es revivir traumas básicamente, y adaptarse al mercado laboral. Lo que ves en Corrientes y Florida es bdsm, todos los días.

–Odio pensar que es revivir traumas...

–Como decías vos, en el subte hora pico, o en el colectivo volviendo a Lanús. Los ricos tendrían que tomar el 12 en vez de tanto juguetito.

–Por eso… igual, yo la perfo de la ropa y los accesorios medio que te la debo.

–Es cualquiera. Y basta de asfixia, además.

–Sí aunque me gusta apretar un poco el cuello, pero por una cuestion de hacerme la putita.

–A todos nos gusta pero es como muy genérico, se lo podés hacer a cualquiera.

–...y además porque te genera placer físico por giladas del cuerpo

–como que no hay complicidad. es siempre igual como un big mac.

–Igual en el sometimiento hay complicidad, aunque a veces es una complicidad muy tirada de los pelos. Es algo demasiado metódico, demasiado puntilloso… y me parece que en ese mundo hay muchos ejemplos de lo que decís de los roles, las relaciones de poder y todas las cosas obvias. no sé...

–Creo que te ayuda la persona que te permite ver algo de vos mismo, no importa si es con un rociador de agua o con agujas. Pero el dolor no te saca de ningún lado. Ni recibirlo ni infringirlo. Es repetición pura, como esclavos remando en un barco. Para mí alguien de izquierda no puede defender seriamente el bdsm.

–No entiendo por qué

–No estoy seguro del todo… pero sería la idea de que no querés que el mundo sea así, si sos de izquierda; querés un mundo sin violencia.

–Pero en el bdsm no hay violencia, justo, porqué está el tema del consenso.

–Sí, pero es que eso tampoco es de izquierda. Eso es lo re burgués del bdsm, los individuos sexuales como profesionales que intercambian, networkean, freelancean y hacen contratos. Digo bajando línea pero sin saber mucho.

–¿Vos querés que tenga algo más espiritual? O mas newage… esa parte te la re debo.

–Es igual en el arte, que pensás que es espiritual o que es crítico o las dos cosas a la vez, no sé.

–Yo pienso que sí tiene una parte espiritual pero te juro que en el arte no puedo con eso tanto…

–A mí lo que me aburre a veces es el artista como chico malo… ¿no podemos pensar cosas lindas?

–Pero lo lindo es tan impuesto, tan impostado como lo rudo y a veces incluso peor. Y a veces es lo que más paja nos da. Como los nenes que tienen que ser buenos por obligación.

–La cosa chico malo me cansó…

–¿Y no decís que la gente hace cosas con el bdsm para hacerse la turbia la negra la adulta la clandestina la pesada etc.?

–El que escucha Aspen y pinta florcitas tambien "se hace el que" (el boludo, el tonto, el inocente) y capaz después lo ves y es bravísimo.

–Y bueno, otras se hacen las locas y son re peluchito. ¿No está bueno eso?

–El arte contemporáneo es 80% bdsm.

–Hay modelos que se repiten... Pero a mí no me gustaría tener una imagen fija, un personje fijo. Eso es lo que capaz jode de los artistas que se hacen los malos ...O los q se hacen los boludos lo mismo, que no se permiten otras cosas. ¿Para qué sos artista si vas a vivir una sola vida?

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