CIRCULO VISCOSO

Dos amigas que conversan, se frotan, se abrazan, se desnudan, se acarician, intercambian fluidos, se sienten el aliento, se chupan los dientes, confiesan, recuerdan, graban, se tocan, se angustian, desean. Lo de afuera sobrevuela a lo de adentro. Esa diferencia entre lo blando y lo duro, es parecida a la que hay entre la razón y lo intuitivo. El corazón no está a la vista, está en la retaguardia, porque es el laberinto de la conciencia quien lo esconde.

Dos amigas charlatanas, que exponen, exhiben la maraña de una vida. La carne, la materia, lo más arcaico, eso que se siente, el color marrón, lo que queda sin sociabilizar, el cuerpo que se manifiesta y nos moldea la subjetividad, lo que nos puede salvar. El deseo, los sueños, un alter-ego, la chica desnuda en internet, los recuerdos, la familia, la casa de la infancia, “la que nos cuida”, el padre, todo lo que sale en palabras sueltas y se modifica al momento de decirlas, todo lo que retorna, se ordena y pasa a ser un drama.

El espejo en el que nos reflejamos, lo que queda por fuera de lo real, los platos rotos de nuestra vida, el éxito de las generaciones que no podemos enterrar, todas las preguntas que nos hartan por el hecho de que no tengan respuesta.

Lo filmado, lo que nos atrae de las bocas, las lenguas, todo lo que posibilitan y tienen en bruto los dientes que muerden. Hacía lo encriptado nos llevan las palabras, en un movimiento inverso que va desde la parte al todo, de la silla al escenario, y la obra que termina cuando comienza la instalación.

Lo inexplicable, lo que no cabe en ningún discurso, la minucia y lo simple, lo que hay de político en lo autobiográfico y en la sensualidad, eso que es circular como la fisiología del corazón, todo lo que se expulsa y siempre vuelve sobre sí mismo, porque está ahí, en el medio del lío de nuestras vidas, donde seguimos charlando, aunque no podamos encontrar la salida.

Animal Romántico (sobre las obras de Denise Groesman), dirección Agostina Luz López, Teatro Sarmiento, Buenos Aires.