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  • Andrea Goncharova

El falso feminismo científico


Durante el 2018 Roxana Kreimer escribió algunas notas en los diarios e hizo algunas apariciones televisivas orientadas a la crítica de las variantes del feminismo contemporáneo como el llamado feminismo de género y el feminismo victimario. La estrategia consiste, desde una lectura falsacionista al estilo poppereano, en criticar a la teoría del patriarcado por su dificultad para ser contrastada empíricamente, y también, a través de una serie de hipótesis nulas sobre la brecha salarial, los femicidios y los abusos sexuales. Por otra parte, recurre a considerar los problemas de género desde un punto de vista relacional y dinámico, por lo cuál el problema social de la violencia también es padecida, desde otras circunstancias y razones, por los hombres: los hombres son más proclives de ser asesinados, de ir a la guerra, de suicidarse, de quedarse sin casa, etc. Este razonamiento puede llevar a construir una variable llamada violencia y sus tipificaciones como un hecho social.

Algunas de estas cuestiones abrieron las discusiones en Canadá, Estados Unidos y los países nórdicos para pensar los problemas de la mujer desde un punto de vista de la teoría basada en los datos. Pero este no es el caso de Roxana Kreimer. ¿Por qué? Lo que Kreimer hace es simplemente apropiarse de las hipótesis de Christina Hoff Sommers y Jordan Peterson entre otros -traducidos y publicados en jennifer el mes pasado-, y discurrir en la TV con panelistas que en algunos casos no cuentan con el entrenamiento retórico de un positivista lógico, ni con una fuente de datos confiable, ni con una análisis multivariado de la realidad.

Pero Roxana Kreimer no hace nada que pueda llamarse científico, sino que simplemente divulga los resultados de investigaciones hechas en otros países y los importa a la situación argentina. No hace investigación empírica, en algunos casos usa fuentes secundarias, pero eso no es suficiente para fundar una escuela de feminismo científico. Podría sostenerse que lo que hace es tomar una posición estratégica, un rol en el debate, crear un personaje a través de una serie de lecturas y poca investigación original. Si vamos hablar de datos por favor produzcamos datos. Otra cotorra -y no estoy recurriendo a una falacia ad hominem- en el debate acuciante de género.

Ah, me olvidaba, me sugirieron que escriba algo sobre Agustín Lage pero es un goma, con solo pensar en él se me seca.

Foto: Asia Argento cuando tenía 37 años, junto al actor Jimmy Bennet de 17 años, sacándose una selfie en una cama de hotel en California donde las relaciones sexuales entre un adulto y un menor de 18 años son consideradas como delito.

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