- Larisa Zmud
LOS ABUSADORES ESTÁN ENTRE NOSOTRES
Ante tanto conflicto respecto del nombre que lleva el arte contemporáneo y luego de discutir cuál es su raíz etimológica, si designa o no a alguna especie de nuevo movimiento, considero que deberíamos renombrarlo y llamarlo arte machirulo.
El arte machirulo está repleto de artistas hombres q se identifican con la movida feminista, quienes quieren aparentar ser el que a más marchas feministas va o el que tiene el pañuelo verde más grande, pero que a la vez cuando se trata de sus propias prácticas de producción —sobre todo si les que trabajan con (para) ellos son mujeres, lesbianas, travestis y trans— no pueden llevar adelante ese supuesto (auto)nombramiento feminista. Ellos, en sus prácticas privadas desarrollan una serie de acciones —innumerables— que se oponen completamente a lo que manifiestan en el ámbito público.
A esta altura de la historia, una ya no se sorprende con que suceda esto en cualquier rubro menos en el artístico. Imagino que, como pudimos, hemos abandonado la idea del artista romántico en que podían descansar todos los problemas de la humanidad gracias a esos seres que nos empanciparían intelectualmente.
De cualquier modo, es interesante evaluar esto porque si bien muches de nosotres hemos abandonado - o mejor dicho estamos en camino de…- esa idea no es una representación olvidadada o dejada de lado —como tampoco es verdad que el feminismo ya logró todo, que nos tenemos que dejar de joder porque ya ganamos—. Podríamos decir que la idea de que ya está, que nos dejemos de joder feminazis insatisfechas es como mínimo macabra —o mejor dicho siniestra— cuando una niña de 11 es obligada a parir un feto o cuando una galería expone 100% artistas hombres en su booth de feria.
Ahora bien, también es interesante pensar no solo en las propuestas que hacemos como feministas, sino en los espacios que tenemos y cómo podemos actuar ante estas expresiones extremas de machismo cuando cualquiera de nuestros actos o manifestaciones pueden costarnos nuestro laburo, nuestro nombre, status o quién sabe qué…
Es decir, si lo único que podemos hacer son críticas biologicistas, en donde el paradigma binario hombre/mujer no deja de estar más que presente, casi como una máxima del absolutismo. Cuando estas son nuestras herramientas, ¿hasta dónde llega nuestro feminismo? ¿Cuánto se diferencia del totalitarismo de les troskistes contamporánees que ponen la lucha de clases por sobre la nuestra? ¿Cuánto de la problemática no binaria del géneros se nos está escapando y volvemos a quedar en un recinto ocupado por unas pocas que nacimos MUJERES. ¿Nos identifica ese recinto? ¿Podemos dormir ahí? ¿Podemos militar ahí? ¿Podemos animarnos a hacer algo más que diferenciar hombres de mujeres desde ahí?
Lo que deberíamos pensar es en cómo puede ser que reaccionemos tan en conjunto y sin duda con un yo te creo hermane cuando la denuncia es de algunos hombres sin poder, o sin tanto poder, pero cuando se escuchan otros nombres, dudamos, actuamos de manera no-sorora, nos dejamos enceguecer por el miedo a no pertenecer más… ¿PERTENECER A DONDÉ? ¿QUIERO PERTENECER AHÍ, A ESE GRUPO DE GENTE QUE DUDA DE MÍ PORQUE ÉL TIENE MÁS PODER?
¿Por qué no somos capaces de estar a la altura de las circunstancias del feminismo cuando ese hombre denunciado tiene mayor privilegio (poder económico / mediático) que otro?
Podríamos preguntarnos por qué fue tan fácil ponernos de acuerdo en la denuncia a Big Pirulo mientras que todes estamos de acuerdo en que hay artistas que sistemáticamente y hace mucho tiempo vienen abusando de su poder pero que se refugian en él y luego marchan y se abrazan a la causa, como a nosotras con una apretada de más siempre... A esos no los podemos ni nombrar aunque todas sabemos quiénes son, nos miramos sabiéndolo y nos tragamos unos nudos con dagas que nos abren el pecho desde adentro.
Denunciar a Juan Dartés pero seguir vacacionando con Darín. ¿A qué hermane le crees hermana? ¿A la que no te entierra mucho en tu carrera con su denuncia? ¿Y por qué en lugar de bancar a la hermana pones en duda lo que cuenta en pedo, fumada, gritando, fuera de lugar o cómo y dónde puede?
¿Sabes por qué hermana? Y por eso te creo y estoy con vos, porque me pasa lo mismo, porque vivimos en el patriarcado del salario, porque la lucha de clases no está antes que la feminista y en serio estos machitrulos reprimidos represores nos pueden quitar mucho…
Ahora, mi pregunta va cada vez más adentro, porque me toca todo el tiempo, cada vez más de cerca: amigues (mujeres, lesbianas, trans y travestis) ¿cuán a la altura de las circunstancias estamos cuando el denunciado es un amigo, es un tipo de poder en nuestra profesión y al que además le tenemos cariño? ¿Cuán sororas podemos ser? ¿Cómo serlo?
Y ésto no es una crítica amigue, no hermane, me pasa a mi, es un grito desesperado de ayuda esta verborragia del horror que siento cada vez que me acuesto, al saberme cómplice del machirulismo del cielo de dios de los prados del paraíso.
¿Podemos abandonar esos lugares de privilegio que nos da estar cerca de todos esos hombres? Podemos un rato por día ser conscientes de que todos los hombres que nos rodean son abusadores —de 40 años para arriba sobre todo pero de menos también—. Podemos por ejemplo entender a nuestros abuelos, incluso a nuestros padres que no se dieron cuenta, que de hecho fueron padres —habló de padres hombres— feministas, que nunca violaron a una piba —eso creen seguro que alguna novia no quería alguna noche y se la cogieron igual—... Pero volviendo, podemos seguir abrazando su imagen y su amor, pero no permitir que se repita, no reproducirlo.
Es a partir nuestro, de acá en adelante, seamos realistas, esto tiene que ser definitivamente de acá en adelante, porque para atrás hermana estamos fritas, quieras verlo o no.
Este 2019 que ya comenzó, que su calendario del arte internacional ya se re lanzó, ¿estamos preparadas para enfrentar las denuncias de amigos, de artistas que representamos, de artistas a los que asistimos, de parejas, de parejas de amigues, de jefes...?
¿Cuál sería la forma de actuar? Cómo podríamos animarnos sin miedo a perderlo todo…
Empecemos a pensar estratégicamente y en conjunto, y cuándo nos miremos a la cara y la daga nos parta desde adentro, saquemosla y que parta a quién tiene que partir y no más a nosotres. Abandonemos la idea del sufrimiento individual. Basta del “no parece abusador, es tan lindo, bueno, tiene una mujer divina”, que es lo mismo que pensar que Macri no va a robar porque es rico.
Los abusadores están entre nosotres, son nuestros amigos, nuestros colegas, nuestros profesores, nuestros compañeros… sí, son ellos! No son mounstros! Se ocultan y se amparan ahí. Usan ese juego de animal, que no son, para hacerse los diferentes al del abusador, pero son ellos. No nos engañan más.
¿Vamos a seguir juzgando a niñas, lesbianas, travestis y trans que acaban de ingresar en este mercado con los valores de Virgen María o María Magdalena con los que se nos juzgó, o que al menos se me juzgó cuando comencé a circular por los pasillos del arte teniendo 19 y estando bastante desarrollada? ¿Vamos a poder ser sororas o vamos a dejar atrás a les que más nos necesitan en beneficio de tener más obras en tal o cual museo?.
Considero que tenemos dar vuelta este temor, (lo digo para decirmelo a mi sin parar). Que este es el año para que el miedo cambie de lugar. Para que cada machitrulo este aterrorizado detrás de sus banderas de apoyo al feminismo porque seguro que ésta semana aquella piba reacciona…
¿Cuánto tenemos que justificarnos nosotras para que nos crean? ¿Denuncias penales? ¿Conferencias de prensa con las mujeres más influyentes de los medios de país? Mientras a ellos los llama alguien y listo, se consideran sufientemente machitrull cooll para llamarnos y volver a abusarnos haciendonos sentir como una escoria por hablar.
¿Que necesitamos tener para que nos crean y no nos digan que somos exageradas? ¿la concha cortada? ¿la cara matada a golpes? ¿un video? ¿un audio? ¿Por qué trabajamos tanto con ellos si son así?
Febrero 2019.
PD: VERBORRAGIA URGENTE SEGURAMENTE CRITICABLE POR TODES INCLUIDA YO