top of page
Valeria López Muñoz

Mail a Clariii


Vale le cuenta a Clari sobre la jornada de dibujo que hizo Guada como despedida de su residencia en Piedras

Clariii

El sábado más o menos a las cinco de la tarde llegó Carla y, junto con Guada, terminaron de colgar los dibujos que iban a mostrarse en tu cuarto. Después, Martín y Mario pasaron los archivos de la charla a la computadora y tomamos los primeros cafés.

Había una mesa en la entrada de la casa para servirse budín, galletitas integrales dulces, bizcochitos salados, frutas, mate y café. Lo que más había era café. Dentro del cuarto estaban los dibujos de Carla, Mario, Martín, Santi y los tuyos, todas tus cosas y la mesa pizarrón, alrededor de la cual fuimos conversando. Arriba de la mesa pizarrón había un libro, un encendedor, un individual antideslizante chino con detalles en relieve dorados, un par de pendrives, tizas y un esmalte de uñas. En tu cama también había libros desparramados, los que leyó Guada durante su estadía en la residencia y que después nos va a prestar.

Fue difícil encontrarle un lugar perfecto a la mesa pizarrón dentro del cuarto. Aunque siempre estuvo ahí, esta vez era como que incomodaba, ocupaba mucho o no dejaba pasar. Pero finalmente se logró! Y mientras esperábamos la llegada de más gente, hablamos del Festival de Poesía de Rosario, la editorial Iván Rosado, la Bienal de Arte Joven, tu viaje a México, la camisa de Rafa, la ventilación cruzada, el techo que es tan alto y que es rara la sensación, y así fuimos acercándonos al dibujo, a lo que nos convocaba.

En un momento Guada pronunció unas palabras de bienvenida y presentó a cada une de les que participaban de la jornada usando un micrófono. Se hizo un sorteo para ver quién iba primerx y ganó Mario. Entonces Mario empezó leyendo un texto muy bello y preciso titulado Encarnación y Pensamiento que él escribió e imprimió en hojas blancas A4. Las hojas no estaban abrochadas y cada tanto se le desordenaban. El texto comenzaba diciendo: Es claro que el dibujo no es algo que sólo ocurre en el pensamiento…

Después, desde la cama, Carla nos contó una anécdota sobre un cuadro de su infancia. Era un gran cuadro de estilo medieval y metafìsico que a ella le llamaba la atención porque creía que tenía un error. Martín presentó algunos proyectos personales y mostró dibujos animados graciosos. Eso se relacionaba con los dibujos que trajo especialmente para la muestra: pruebas de diferentes herramientas de dibujo sobre hojas de agenda que recolectó de una librería. Y Santi, casi al final, hizo una especie de visita guiada por su dibujo hecho con lápices de grafito en diferentes gradaciones. Los detalles eran impresionantes. Creo que por ser el último le preguntamos muchas cosas.

Tu dibujo que sos vos lamiéndote la mano quedó en el lugar de siempre, sobre la cajonera. El otro estaba colgado entre el perchero y la ventana que da a la calle Rivadavia, por donde entraba la luz del sol y el ruido de autos. Cuando se hizo de noche únicamente nos iluminó el brillo de la pantalla de la computadora. Así que todo lo que se dijo y se pensó en la jornada sobre el dibujo estuvo gran parte del tiempo en cierta penumbra amigable y creciente de departamento. Qué bueno que habilitaste tu cuarto para que pase todo esto. Puede ser que la penumbra sea un dibujo de la penumbra?

RECENT POST
bottom of page