Especies de ninguna época

Si tuviese que invitar a otra especie para que conozca de una manera rápida a nuestra especie humana, sin dudarlo la llevaría al ciclo que organizan Jacqueline y Elisa desde hace un tiempo: Todos los bares del mundo.

Lo que parece pretensión en el título, en realidad puede funcionar como un manifiesto. Una muestra y lecturas de poesía en los diferentes bares antiguos de la ciudad de buenos aires, algunos que siguen en pie desde hace más de 100 años.

El último día de enero coincidió con el último día en el que el bar La Esmeralda abría sus puertas antes de que se tomará un receso por vacaciones. El pequeño bar sobre avenida Forest que está acostumbrado a recibir siempre a los mismos clientes con un promedio de edad de 60 años, tuvo que ver como artistas, poetas, amigos, parejas, ex-parejas, gedes y jueces instagramers se amuchaban dentro del local esperando a que las lecturas comenzarán. La noche avanzaba, los envases se acumulaban y el volumen de las conversaciones subía. Para cuando el primer invitado empezó a recitar su poesía, el bar estaba lleno y había gente escuchando desde afuera.

El primer incidente no se hizo esperar. Un humano que ya había estado entrometiéndose insoportablemente en múltiples conversaciones interrumpe el silencio respetuoso que manteníamos con la lectura para decir que se aburría y luego recitar su propia poesía.

Un momento absurdo que nadie había pedido. Pero lo increíble fue la respuesta del invitado, mezclando parte de su poesía con una improvisación freestyle que le propinaba insultos a diestra y siniestra, respetando la métrica. La tensión aumentó hasta terminar en un empujón que mandó al triste personaje al suelo. La organización espontánea no tardó en aparecer. El silencio se convirtió en un coro del público cantando a únisono “que-se-vaya”.

El calor de verano y el alcohol en la sangre trasladó a tod*s al koilon semicircular de un teatro griego por un breve momento. La escena dantesca no tardó en disiparse, el personaje después de otras discusiones individuales terminó escapando y las lecturas retomaron su curso. Pablo Pérez no hizo freestyle, pero sí nos demostró los resultados de sus clases de canto con un fragmento de “Rata de dos Patas”:

Maldita Sanguijuela / Maldita cucaracha / que infectas donde picas / que hieres y que matas Alimaña / Culebra ponzoñosa / Desecho de la vida / Te odio y te desprecio / Rata de dos patas / Te estoy hablando a tí / Porque un bicho rastrero aún siendo el más maldito / comparado contigo se queda muy chiquito.

Me hubiese gustado no sólo invitar a otras especies a este evento, sino también ver a más pos-millennials en el bar, porque como ya sabemos tod*s, la poesía, el arte y los gedes no pertenecen a ninguna época en particular.

_

Todos los bares del mundo XII tuvo lugar el 31 de enero del 2020 en la Nueva Esmeralda (Forest 901) con la participación de Osvaldo Baigorria, Nina Suárez, Pablo Perez, Ignacio barsaglini, Nina Kovensky y Valeria Maggi.

imagen: obra de Nina Kovensky