Poemas con panificados

3mpqnqeas
Anoche te pregunté qué hacías
para ir a verte o salir por ahí
me contestaste recién hoy casi al mediodía
porque te habías quedado sin celular
y aparte dormiste un montón
sos la persona que conozco de Buenos Aires que más duerme
dijiste que comiste 3mpqnqeas
que unos amigos fueron a tu kasuchis
dijiste: mmmm q ricas estaban
las empanadas
y mandaste una foto de un perrito caniche
en un contexto que hasta ahora no puedo descifrar
a su vez, estábamos hablando
de la película Manuelita por instagram
una maravilla del cine nacional que nos encanta
lo anterior era por whatsapp
y esto sucedía al mismo tiempo
no nos alcanzaba con el uso digital de un solo medio
todo esto surgió porque hablábamos de títulos
que pensar títulos era una buena actividad
a la cual dedicar la totalidad de la vida
aunque ahora pienso
que no sé si podríamos ganar plata con eso
lo más hermoso de nuestra amistad
además de toda la diversión y la profunda ternura
es que generamos ideas para ganar plata
te quiero porque una vez improvisamos un listado de pymes
en la pizarra blanca magnética de Fede
y como usamos marcadores indelebles a prueba de agua
después no lo podíamos borrar.
Sanguchitos de realidad
A veces voy a la cocina y están Santi y Rafa tomando café
hablando con algún artista o sobre cosas de la galería
como esta mañana que mientras yo me preparaba
un sanguchito de jamón y queso para desayunar
ellos conversaban sobre cierta requisa tecnológica
inmediatamente pensé que no sabía si esa palabra
requisa,
se escribía con s o z
así que googleé
y era con s
de paso refresqué su significado: expropiación
por qué olvido tanto las palabras?
y cuando escribo algo que de verdad pasó
me queda un hueco, un agujero abierto
como el vacío que hay entre los lados laterales de un puente?
escribir un poema es deslizarse dentro de una bacteria negra
por una calzada grumosa, tibia y desbordante de gases
las palabras son materia de fermentación
la vida nueva es un pan
por otro lado, es cierto lo que dijo Muri
la tarde que estuvimos en su oficina
corrigiendo la ortografía de un texto
para mandar a una convocatoria de arte
y comiendo, otra vez, sanguchitos
pero de distinta calidad
elaborados con productos del mercado de San Telmo:
“si no sabés qué es lo que está mal,
no sabés cómo googlear”
iluminada por la luz de la pantalla de la compu
con el humito del espiral para mosquitos
era como que lo estaba diciendo una deidad del oriente
con estrellas en el pelo.
Son las 2:50 am y espero un pedido de La Spiga
Es muy lindo quedarse despierta
y charlar en la oscuridad.
Mirar las antenas a través de la ventana.
Saber que la ingeniería tiene métodos para construirlas.