Crisis hegemónica
Frente a una pandemia global que afecta a todos los países del mundo el gobierno argentino, una vez más, se ha autopercibido como la vanguardia esclarecida comandada por un gabinete de científicos capaz de intentar crear una solución argentina a un tema global.
A un año del inicio de la cuarentena forzosa hoy tenemos una crisis económica sin precedentes, una pobreza del 60% y del 70% en menores de 18 años, un estado de excepción con suspensión de garantías constitucionales en varias provincias del país y una crisis sanitaria que no parecería tener solución en el mediano plazo en tanto no se vacunen a los 40 millones de argentinos que prometían vacunar antes del fin de febrero. Hoy apenas se ha vacunado el 1% de la población.
La suma de resoluciones tomadas por el séquito de funcionarios del Presidente socialdemócrata nos han conducido a una crisis de hegemonía similar a la que describe Gramsci en sus Cuadernos de la Cárcel. A la crisis económica se le incorpora una crisis política que hace tambalear al sistema en su conjunto. Estas crisis, explicaba Gramsci, solían ocurrir cuando la clase dirigente ha fallado en alguna gran empresa política o impuesto por la fuerza el consenso de las grandes masas. Él citaba a una guerra como un detonante de la crisis de hegemonía pero esta caracterización aplica perfectamente a la cuarentena local por la crisis global.
La crisis hegemónica desemboca en una crisis política del gobierno en su conjunto que suele recurrir a variantes populistas y demagógicas con cambios menores para mantener el poder. Aunque no toda crisis hegemónica desemboca en una revolución los cambios pueden devenir en una nueva hegemonía que reemplace a la anterior.
A modo de reflexión y de punto de partida para un posterior análisis cabe preguntarse cual será el rol de la comunidad artística frente a la crisis de hegemonía. ¿Seguirá siendo quien reproduzca las ideologías y doctrina del poder o podrá comprender la gravedad institucional que atraviesa el país y considerar que el arte debe ser refractario del conservadurismo?
No hemos visto demasiadas expresiones en las artes visuales reclamando por los miles de varados en Formosa o por los 38 asesinatos en los últimos doce meses por violencia policial pero si hemos visto a una chica blanca decirle a un policía marrón —y probablemente más pobre— que él no conocía los conceptos del arte y la educación que llevaron a un grupo de colegas a montar una inauguración en la vía pública sin respetar las normas que rigen actualmente.
Mientras el pasado se desmorona catastróficamente dejando a nuestras antiguas instituciones perdidas en una nube de polvo, todavía no se puede ver con claridad que está emergiendo en medio de esta crisis hegemónica.
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