Un deseo para El Vómito
¡Bebito vomitivo da su primera vuelta al sol este luminoso viernes ocho de octubre de 2021! Yo lo celebro con las cotorras que hacen nido a mi alrededor, y el agua del río corriendo fresca entre las patas; pero sé que estos momentos idílicos de naturaleza exuberante poco tienen que ver con la esencia del Vómito. De todos modos me gusta estar acá y pensar que hoy es su cumpleaños. Celebro y brindo por su nacimiento a la distancia.
Siempre que cumple años un ser querido me tomo algún momento del día para pensar y agradecer su existencia y que, por motivos siempre misteriosos, pero nunca desligados de las maneras enroscadas de la Providencia, forme parte de mi vida.
Podría intentar escribir una proclama que manifieste lo importante que es que existan lugares como El Vómito, pero creo que hoy me tomaré el atrevimiento de limitarme a contarles por qué es importante para mí. Aunque esta división en realidad no es tal. Mi aprecio enorme por este “ph de futuro mítico”, en parte, tiene que ver con una fe religiosa, pero basada al final del día en un método empírico. Fe en que las condiciones de existencia y sostenimiento de este lugar, así como las actividades que lo mantienen en funcionamiento, nos revelaron una carencia que latía en el paisaje urbano, y nos ofrecieron, a su vez, una solución, una propuesta superadora.
Por mi parte, estoy agradecida con El Vómito por su hospitalidad integral, parte constitutiva de esta casona desprejuiciada, que se fascina con lo raro despojado de un hogar y le hace espacio, lo deja reposar y expresarse sin temor. Gracias por mantener las puertas abiertas a la experimentación, a lo que carece de nombre, un hogar para las cosas incapturables de la vida.
Aunque sus miembros parecen intuirlo, es imposible saber realmente qué alcance tendrán en el tiempo las extrañas formas que eventos, obras y personas toman tras las puertas del Vómito. Imagino un futuro brillante en el que los historiadores deben recurrir a inventar nuevas herramientas de investigación y análisis para poder realizar el estudio de caso. En este primer cumpleaños, le deseo al Vómito que escape de las palabras del futuro.
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