Porcelana fría
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que raro, va de nuevo: #203
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y si mejor llamo por teléfono?
no, no me va a ganar un portero eléctrico con instrucciones for dummies
va de vuelta: #
(rechequeo el número en el celular)
AH, ES EL 207, QUE GIL QUE SOY
ahora sí: #207
La única puerta abierta un sábado en el pasillo de un piso 2 de un edificio de oficinas en Tribeca, Manhattan, es la de Lubov. La galería que buscaba encontrar. Buscar y encontrar es como reafirmar sobre lo afirmado. Si encontras es porque buscas a menos que la selección sucesiva de números en el portero eléctrico sumados al ascensor sumados al recorrido por el pasillo largo de puertas grises cerradas (menos la de Lubov) sean una decisión azarosa y de coincidencias casuales o causales que el destino puso en mi camino.
Francisco es Correa Cordero: el dueño de la galería, el que la lleva a cabo y le da luz y vida cada día. Amy es Ruhle: artista de la muestra “Between Tin Men: Gifts and Souvenirs”. Catalina es Arzani (osea, yo), que si quisiera dedicarme a la moda me iría bien porque mis ancestros y familiares no tan lejanos, los Armani, ya asentaron la base para mi éxito.
Francisco me ofrece cerveza pero yo prefiero un chicle de menta. Hablamos de la muestra, la galería, las obras, las miramos de cerca, de atrás, una incluso la desarmamos y después la rearmamos. La vitrina con estanterías de vidrio con souvenirs y cositas tipo regalitos apoyados encima me recuerda a las vidrieras de Once (el barrio de los souvenirs por excelencia en Buenos Aires y donde me proveía de canutillos y mostacillas cuando hacía tobilleras).
Francisco me cuenta que en cada video que aparece Amy en el espejo donde yo también me veo reflejada es una interpretación de un personaje distinto con el que uno también puede identificarse. Y que Amy de alguna forma evoca al Mago de Oz, la historia y sus personajes.
Francisco me da un papel de diario donde está el texto de la muestra y las fotos de los 7 personajes que propone Amy con una breve descripción a modo de horóscopo de cada uno. El personaje que más me atrajo fue Moss Rose por el pelo largo muy lacio y largo, y muy lacio y largo, y lacio y largo. Me impactó el pelo más que nada.
Los souvenirs de la vitrina tienen caritas con las distintas facetas de cada uno de los siete personajes. Cuando intento sacarle una foto a la cara de Polychrome: Daughter of the Rainbow (Policroma: Hija del Arcoiris) salgo yo también reflejada en el dorado cromado que bordea el souvenir, en este caso, una tetera.
Tetera es una palabra que me fascina. Tetera. De las palabras, lo que más me gusta es cuando se repiten letras o sílabas dos veces: te te. Y además con una vocal y una consonante: t e t e.
Teté sería el apodo que usaría si tuviese que elegir un apodo similar a una palabra que me fascina. Teté Coustarot. Y si tuviera que elegir un personaje de los de Amy para Teté Coustarot seguramente sería Polychrome por el color de pelo, por la gesticulación de la cara siempre en pose y por la descripción donde dice: “no te confundas, su desinterés es una cuidadosa elección de resistencia”.
No todo es lo que parece cuando se trata de Teté, lo descubrí cuando leí la nota de Clarín en la que dijo “No peleo al tiempo. Es una guerra perdida” haciendo referencia a cuando salió Reina de la Manzana en 1966.