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  • La Boa Roja

La lógica del poder toxico



¿Por qué el Sr Rodrigo Cañete vilipendió por tanto tiempo a tanta gente? Porque pudo y lo dejamos.


Me encontraba enroscada en mi palmera favorita deleitándome con la lectura del quilombo de las NFTs, “que si son arte, que si no, que fulano dijo A, que B... “ cuando me suena el Boa Móvil. A mí no me llega la Bati-señal como a Batman, cuando hay una emergencia mi palmera se ilumina con colores al ritmo de “The Caribbean Disco Show”. Del susto, que te digo! se me cayó el Financial Times al piso, los anteojos no los encuentro, y se me rompieron dos uñas, ¡la puta madre!


Cuestión que era mi amiga Jennifer, contándome sobre la emergencia “casi” sanitaria argentina, no la verdaderamente importantela farandulera, y me sacó de mis días de letargo y sobado de escamas al sol. Volví, y les digo que NO estoy contenta! Soy una señora mayor, que ha trabajado sobre su espalda arduamente y me quiero jubilar del todo. Al sol de los esteros estaba tomando un tono tornasol DIVINO.... Así que, me hacen el favor y se ponen a trabajar duro en madurar las infantilidades para que pueda volver mi ardua tarea jubilatoria.


Aquí vamos…


Una de las más interesantes descripciones del comportamiento social comúnmente llamado “bullying” (o “burling” o “bowling” de acuerdo a las definiciones científicas emitidas en el programa cultural televisivo realizado por el afamado filosofo Marcelo Tinelli) es lo que se suele llamar abuso por “violencia encubierta”. La misma es, comúnmente, violencia organizada. La característica básica que la define es que es un “comportamiento social” o de grupx. Es decir, hay 3 actores sociales en este comportamiento grupal: El abusador, la víctima, y el grupo de pertenencia, que al no intervenir, arengar y/o al mantener el silencio se convierte en cómplice, perpetuando así el abuso. A la violencia organizada se le cae la estantería en cuanto el grupo de pertenencia lo denuncia o condena públicamente el comportamiento no aceptable. Es decir la culpa NO es solo del chancho es también de quien le dio de comer.


Analicemos cómo llegamos a hoy. Los escritos y pronunciamientos del Sr Rodrigo Cañete (otrora; Fundador de la Kardashian University of Human and Social Sciences) poseen un tinte “justiciero”, que fueron raudamente apoyado por aquellos que sentían alguna impotencia, frustración ante un sistema del arte insalubre, poco generoso, excluyente y que no perdona.


Ese poder auto-adjudicado de seudo justiciero que enarbola el Sr Cañete le ha ganado adeptxs a morir, (otrora; lxs opinólogxs al pedo) ávidos de que alguien, cualquiera, sangre. Un poco siguiendo la lógica del celebrado personaje “Bombita” en la película de Damian Zifron, tanto el accionar de “Bombita” como del Sr Cañete son, socialmente justificados por las masas de amargadxs frustradxs que no pueden con su propia realidad y en vez de cambiarla prefieren denigrar al otrx, para sentirse mejor.


Es muy probable que en sus esfuerzos por cumplir con la función de “Vigilante”, en sus principios, al Sr Cañete le haya parecido hasta divertido arengar a su audiencia de seguidores mediante la critica mordaz, la injuria, denostando al otro, y/o vilipendiando a todo aquel que se les enfrentara. (Eran otras épocas también)


Seguramente dentro de su discurso haya habido temas válidos a discutir. Es más, creo 100% en la disrupción de las narrativas impuestas y, SI sus formas fueran otras, hasta lo apoyaría. Pero en algún momento en todos estos años, sus escritos se convirtieron más en abuso para el placer de los fanáticos, que en contenido válido a discutir. La impunidad de agredir mientras uno es aplaudido de parado y rabiosamente es un viaje de ida que genera una excitación mórbida, ciega.


Un miembro dentro de un grupo de ciudadanos que se auto-proclaman como quienes sostienen el poder de fuerza en su comunidad sin autoridad legal, típicamente porque el poder de fuerza legal es considerado inadecuado, insuficiente y cruel. Se nos engolosinaron lxs muchachxs de la KUHSS! Ya lo decía Golding en El Señor de la Moscas: “A la mierda con las reglas! vamos a cazar, si hay una bestia, la vamos a cazar, vamos a rodearla y pegarle pegarle, pegarle, pegarle!” Sangre! Sangre! Sangre! (Ay... me disculpan, me dejé llevar, por el fanatismo, en el libro no gritan sangre!)


El valiente, quien en su momento buscara, en buena fe, enfrentársele al Sr Cañete y su séquito, era rápidamente silenciadx, para no correr el riesgo de ser la nueva víctima. El silencio, es la dinámica clave para la complicidad del grupo de pertenencia y la condición básica que perpetúa el abuso... Siempre es mejor decir: “no digo nada, no sea cosa que esta vez me toque a mí lo que le esta haciendo a este pobre infeliz el Sr Cañete” decían los valientes.... La Boa, hasta los entiende, claro, al no tener ni cola ni colmillos... se les complica defenderse solitos.


Mientras silbábamos bajito, uds por cobardes, yo porque hablo así siempre.... El Sr Cañete construyó poder y más poder, y más poder, y más, hasta que se convirtió en ese mal necesario con el que ya no supimos como lidiar, pero que colaboró en gran parte con una cultura de maltrato de la que no logramos desprendernos.


Ahora, el Sr Cañete, tiene que ser algún pariente lejano de las serpientes... Una de las razones que le permitieron proseguir con esta impunidad, fue su sofisticada habilidad de hablar en medias verdades, identificando y promoviendo agudamente “aquellos prejuicios” reinantes en el pensamiento colectivo de sus huestes. Un reptil de pura cepa, nuestro muchacho…


Quirúrgicamente sus “comentarios” aluden o se basan en ciertas características personales del Otro, que seguramente resuenan de alguna manera en las discriminaciones internas de nuestro más íntimo ser. Acá, nada es completamente verdad, ni del todo mentira.


Lamento decirles: La humanidad por definición discrimina, “me gusta / no me gusta, sabe / no sabe, me quiere / no me quiere, me cae bien / no me cae bien, está frío / está caliente, estoy en paz, /estoy mal.” Siempre, en nuestro interior tenemos a ese mini discriminador constante. Y no me vengan con pavadas, y hacerse los inocentes, el que diga “yo no discrimino” anda muy cerquita de el Sr Cañete. El problema clave es “QUE” hacemos con nuestra discriminación, cómo la aplicamos a nuestro proceder en nuestra vida diaria. En este caso, el Sr Cañete, aplica, en una hábil maniobra maniqueísta, que utiliza los prejuicios y estereotipos latentes en la sociedad, para definir a quienes destruir o quienes apoyar. Los que están a favor o en contra.


El problema grave es el prejuicio, que es justamente eso, un pre- juicio. Es emitir un juicio de valor previo sobre el otro generalizando y basándose en su raza, peso, género, preferencia sexual, etc. Sin realmente tomarse el tiempo de conocer a ese otro personalmente, sin conocerle. “Los mexicanos son todos violadores” nos gritaba el Chizo Naranja. Si, el Sr Cañete tiene tanto de naranja. Ayy, pero estoy hecha un dechado de sabiduría últimamente.


Como el Chizo naranja, en realidad, el accionar de El Sr Cañete no ha tenido consecuencias legales (aún), ambos seducen con el peligroso juego del límite entre lo legal, lo moral y lo ético. Donde hasta la supuesta “chanza” en tono humorístico para maltratar, es utilizada para empantanar la cancha. (Pero tontín, no te ofendas era un chistecito!) Todos tenemos el derecho a la libre expresión, sí, hasta el Sr Cañete lo tiene, pero que esté en su derecho no significa que sea moralmente aceptable. En este caso, una distinción de honor, fue el catalizador para que en su conjunto un grupo de pertenencia se subleve al abusador y lo denuncie. Esto es lo que se suele llamar “condena social”. La misma no es legalmente vinculante, pero, tiene consecuencias de otro calibre.


En todo este quilombo el Sr Cañete comete varios errores estratégicos. Para empezar, en su narrativa, en sus dichos, históricamente se declara sine qua non como autoridad única validante: Su palabra es ley. (No sé cual, pero buehh) Y escribe partiendo de esa premisa. Si Él no conoce a alguien, esa persona no es nadie.


El grave problema de esta lógica, es que su legitimidad ha sido construida a través del maltrato del insulto y la falacia, y no basada en sus logros intelectuales, académicos o su saber. Me hace acordar al delirante Antoine de Tounens, un fulano que se autoproclamó Rey de la Patagonia. Una actitud bastante colonial, “a mi criterio”, más o menos así... “Gentes de las artes en Argentina, a partir del día de la fecha, me declaro única autoridad indiscutida en todo lo que incumbe a emitir juicio de valor sobre cualquier cosa que se me ocurra"


Pero, cuando el Sr Cañete, cebado por su éxito farandulero, convierte el maltrato y la toxicidad en su moneda corriente, destruye lo mejor que podría habernos dado. Es él mismo, el arquitecto principal de que sus denuncias (muchas veces válidas), se licuen en un segundo plano. Su retórica del maltrato gratuito es la razón principal que lo desautoriza. El foco está en el regocijo de que corra sangre. En este sentido es lamentable, ya que el Sr Cañete no es tonto, podría haber elegido denunciar desde un lugar de construcción de nuevos sistemas, y .... la falta que nos hacía y nos hace la multiplicidad de voces y diversidad de criterios.



Su otro gran error táctico (acá se le nota el ancestro elefante) fue subestimar los tiempos que vivimos. Creer que su impunidad era vitalicia. Me sorprende y a la vez no me sorprende que no haya leído la situación mundial y modificado su discurso hace tiempo. No debe ver tele... (solo se lee a si mismo el blog) Esos “grupos” en los que él basa sus pre-juicios, hoy son el motor mundial de cambios sociales coyunturales. No solo eso, somos los líderes, somos los protagonistas. Estamos organizados. (Qué se creían que la Boa Roja no opera desde la palmera?) No entiendo cómo insistió en seguir denostando al Otro, a las minoridades, a los del otro género, a los de preferencias sexuales diversas, a los que pesan más que él, a los que no son como él quiere que sean y no entran dentro de su norma. No entiendo cómo no vio que se le venía la noche. (Podría ser la comida inglesa?)


Quizás, para entender podemos analizar el tema desde sus capacidades académicas. El Sr Cañete si bien vive en Inglaterra (podríamos decir que entiende la arena internacional?), en realidad produce, y piensa con una mentalidad hegemónica casi colonial. Muchos de sus análisis, se conjugan en relación con el pasado imperial. Su practica “a mi criterio” es casi decimonónica. En los últimos 20 años, el discurso contemporáneo del arte, la construcción de narrativas, han dejado el eurocentrismo como cánon discursivo. (Y lo han hecho con gran fervor!)


Muy por el contrario, los museos latinoamericanos están pasando por serios procesos de descolonización, distintas regiones del mundo están re-escribiendo sus realidades históricas y culturales desde su localidad, desde la multiplicidad de voces, desvinculándola del discurso impuesto por el colonizador. Prácticas colectivas, prácticas experimentales, investigación sobre la producción de arte vernácula de Latinoamérica.... tantos de estos temas masacrados por un ser y sus acólitos.


Escucharlo hablar de artistas contemporáneos argentinos en relación con Manet, Cézanne o el modernismo y post modernismo, no solo me crispa, es una clara señal de su obsolescencia en el discurso contemporáneo para el mañana. Pero, a su falta de lectura en términos de los nuevos contratos sociales mundiales y su aislamiento en los nuevos ejes discursivos internacionales, me parece que lo más grave es su desconexión con su propia localidad. Su patria y la relación regional e internacional que ésta sostiene. El hoy de su país de origen en el contexto socio político mundial. Sigue sentado en la mesa de Mirtha Legrand, cuando la emergencia arrasa con el mundo del arte de nuestro país. Podría haber utilizado su voz para mejorarnos. Lo que nos pasa nos ahoga y él se sigue en su blog quejándose que el champagne no estaba frio.


La intención y el contexto son importantes. Hoy, el mundo académico esta poniendo el foco en la localidad, en la producción de contenido y cultura generados desde la realidad propia. Sin quitarle mérito a la verdadera institución que lo alberga, es importante entender que el Sr Cañete produce desde el exilio, en una universidad bastante aislada geográficamente, donde su discurso no es consumido por sus pares coetáneos y compatriotas, quienes podrían interpelarlo académicamente, más bien por alumnos/pares internacionales que tienen poco o ningún vínculo con Latinoamérica.


Consumen un discurso, pre establecido, una definición del ser latino mediada por el Sr Cañete. El honor otorgado y suspendido que recibió, fue emitido desde otra institución hegemónica, que consume desde la relatividad del que mira desde afuera, (y desde arriba) y no del que produce desde adentro. Y porque entre bomberos no nos pisamos la manguera, la lógica indica que para el Museo en cuestión es mucho mas fácil digerir, decodificar y premiar un trabajo producido en un contexto intelectual similar, (USA-UK) donde se manejan con lenguajes similares, que internarse en trabajos basados en supuestos paradigmáticos foráneos a sus lógicas neo-coloniales, las que cuestionarían su status quo y les preguntan a quienes realmente están representando ? (porque a mí definitivamente no)... Más vale malo conocido....


La realidad es que el Sr Cañete no está a la altura de los maravillosos intelectuales latinoamericanos que tenemos en nuestros países, educando en nuestras universidades, brilla donde no hay otras luces cerca que lo opaquen. No tiene grandes logros ni influencia profesional en la arena internacional, y se ha dedicado, infelizmente, a producir para el argentino barato.


Por qué el Sr Cañete vilipendió por tanto tiempo a tanta gente? Porque pudo. El maltrato tóxico de su narrativa, lo aplicó en español y en el contexto de su país, donde siempre supo que no iba a haber consecuencias. No tiene un blog ni ataca donde no puede salirse con la suya, o perder el trabajo. No se ensaña con quien sabe que puede poner en peligro su futuro y lo hizo porque nosotros lo dejamos.


Y termino este comunicado de hoy, diciéndoles que el Sr. Cañete hoy se siente damnificado, exige que se lo valore por sus méritos intelectuales y académicos, y que no se tome en cuenta su práctica “personal” que “a su criterio” no tiene nada que ver con su trabajo. Mi mensaje personal para ti: Vos, a muchos seres humanos del mundo del arte de tu país no les otorgaste esta cortesía, sin siquiera conocerlos personalmente, asumiste, prejuzgaste, maltrataste e insultaste sin ver al otro como lo que sos vos, un ser falible igual que todos. Es el cuidado empático del error ajeno el que construye mejores sociedades. No la crueldad cínica implacable.


Espero con todas mis escamas, que aprendamos la lección todos. Que seamos mejores y tratemos estos trapillos sucios con altura, y no caigamos en las mismas lógicas destructivas que hemos denunciado.


Todo esto se los digo “a mi criterio” ehhh... Me subo al avión, de vuelta al caribe. Sí, las Boas no tenemos Covid y podemos viajar en avión!


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