Miss para algo

Hace unas semanas fui a una de las mejores muestras que vi en mi vida.

Me encontré con una sala llena de fotos en paspartú pegadas a la pared. No tenían marco las imágenes, pero las envolvía ese encuadre de cartón perfectamente cortado a 45 a su alrededor.

Eran fotos de obras; fotos de cuadros de museos, imágenes de revistas con plantas, una croc con una imagen colgada, una obra de unas telas plegadas. Imágenes dentro de imágenes. Me fascinó, porque desde chica que le saco fotos a imágenes y objetos; en las películas miro los cuadros colgados, en los cuadros miro el decorado. Ver esa muestra era increíble.

Una colección de obras en museos a lo Louise Lawler pero de bolsillo, una colección propia.

Pensaba en su libertad al poder exponer su antología visual personal. Parecía íntima, como algo que te gusta ver y te guardas, pero era más que eso.

En la muestra había una foto de una lámpara que alumbraba a sus propias fotos impresas, como su propio detective. Tal vez la muestra tenía un poco de eso, como detectivesco, de alguien que deambula en un museo y encuentra eso que estaba buscando al mirar. Una recolección de un mundo propio, cercano y expuesto con una fineza ambigua. También pensaba en Sherrie Levine, sacándole fotos a fotos y apropiándose de la imagen con tanta seguridad que dan ganas de copiar su propia copia. Hay algo en el mirar algo que ya fue mirado que tiene algo. Hay una sensación particular en mirar aquello que ya fue mirado por otra persona, que no se puede describir bien y unx vuelve a redescubrirlo.

Me hizo pensar en mirar, y no cualquier mirar. Una mirada que detecta como imán lo que le atrae. Me imaginaba a ella viendo esas imágenes mucho tiempo, componiendo con esa forma particular, donde cada convivencia entre objetos es la única posible , con el fin de guardarla para futuras obras.

Muero por ver la carpeta de su escritorio y estar dentro sus cosas, de sus imágenes cercanas, de sus para algo.

Sobre la muestra “Tengo frío por los ojos” de Cecilia Szalkowicz en Para vos Norma mia - Septiembre 2022