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  • Francisca Lysionek

Multiplicación de la obra




Segundo registro - 01/03



El Vómito hoy está vacío de algo y lleno de otra cosa. La primera obra sigue colgada en la pared, pero ya no está sola. Frente a ella, un rectángulo de papel clavado al muro le hace compañía. Otra docena de papeles descansan en grandes bloques de madera apoyados sobre el piso. Parecen versiones de una o más ideas de lo que puede llegar a pasar en un papel.


¿Qué es lo que puede pasar en un papel? Se puede apoyar un instrumento y dejar una marca, imprimir una línea, programar una figura, revestir el material con un color, pretender una textura, o no pretenderla y generarla de igual modo. Se puede estampar el material, excavar la superficie, sellar y esculpir su fibra, otorgando relieve y dimensión. Estas son algunas de las cosas que pasan en el papel reciclado que Ezequiel y Benjamín operan a la par. Mientras uno lo dibuja, el otro lo esculpe.


Los veo trabajar mientras les hago algunas preguntas. La noche vira entre el formato de la entrevista y de la conversación. Vale y Muri nos acompañan, aparece Ramón con cerveza y cigarrillos, al final se suma Mayra. Somos pocos, pero las obras se han multiplicado. Ezequiel me cuenta cómo convierte su papel en muro, agregándole una capa fina de cal, que empieza a funcionar como puro pigmento. Habla de capas inferiores y capas superiores en las obras, una oda al descarte y la rebaba. Un adoratorio a las manchas de humedad que Vale y Ezequiel edifican compartiendo el recuerdo pregnante de mirar una pared descascarada. La elección de trabajar sin elegir del todo con qué se trabaja. Entonces, los pasteles que utiliza son los que se encontraban en la bolsa -elemento que ahora se exhibe colgando de un clavo en una pared-, el papel fue rescatado de una habitación inundada. Los materiales los va hallando en el camino, en la casa, en zonas laborales-familiares; los sustrae de un rincón baldío y los pone a trabajar. Exaltación del uso de aquello que está echándose a perder, material desencontrado que adereza y se deja aderezar. Rescate de propiedades escultóricas y pictóricas en cosas percudidas, a medio perecer.



Lo que se deja pudrir siempre puede hacer fermento, trabajo de bacteria u organismo laborioso que modifica el entorno que lo rodea, desgaste del formato de un elemento para pasar a otro, fragmentos murarios que se cargan y se adosan a las láminas de cemento que limitan un espacio.


Vuelvo a mirar la habitación. A nuestro alrededor los reflectores acomodados sobre ladrillos esparcen su luz baja casi al ras del suelo. La ambientación sonora se confunde con las voces de Ezequiel, Vale y Muri. Hablan de la transformación del papel en sopa dentro de la palangana, me explican el proceso de reciclado. Lo que pasa en la mesa de trabajo captura nuestra mirada. Bajo la lámpara colgante, separada apenas por unos centímetros de la superficie de la mesa, las manos se mueven con pulso firme, y se apoya, con poco espacio para la duda, el pastel en el papel.


Ezequiel nos cuenta uno de los objetivos de Sensibilidad Política Inmediata: dejará de pintar cuando los pasteles se hayan consumido. Nuevamente, la condición del material le da sentido al acto, al quehacer de la mano y al lugar que ocupan.



Aparecen poco a poco los grafismos que una y otra vez se repiten en la serie. Recortes rectangulares de formato siempre igual que contienen variaciones del uso repetitivo de idénticos elementos. Pero la variación misma, por mínima que sea, aleja a la práctica del automatismo. Esta intuición es confirmada al verlos trabajar. La repetición tiene que ver con la reflexión, con la exploración de un universo relativamente acotado de posibilidades, que por la misma indagación se vuelve cada vez más complejo.


Concluimos la conversación con la idea de que las obras hablan, pero también callan. Nadie acá parece interesado en arrancar a los cuadros de su misterio gestante o su incertidumbre envolvente. Se está a gusto con su reposo sobre la madera o el zócalo de la pared. Con la misma calma damos paso a la sección del chisme y el rumor, actualizándonos con novedades, enriqueciendo nuestro acervo informativo, y contándonos cuentos que, sin haberlos escuchado antes, ya sabemos cómo terminan.



Sobre Sensibilidad Política Inmediata de Ezequiel Azambuya y Benjamín Álvarez en El Vómito.

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