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  • Helena Pérez Bellas

No aguantan la presión


El sábado a las nueve de la noche miré por la ventana del histórico bar Varela Valerita, inusualmente vacío pero denso en contenido histórico. Gonzalo me llamó por teléfono, hablamos un hora y pensamos en apostar algo, un prode modesto y amistoso entre dos amigos que estaban a horas de votar dos cosas totalmente diferentes. Le desee lo mejor en su primera fiscalización, soy defensora de mantener las formas y respetar los primeros intentos de una persona en su introducción a la política real. Después de eso pensé en leer, cosa que hice y más tarde en dormir, soñar, emerger finalmente en una nueva mañana democrática.


El domingo pasado, previo a las elecciones,  el plan invisible y silencioso aún marchaba sobre ruedas. El mundo literario, junto a otros mundos sensibles como el cinematográfico, esperaba una derrota contundente de manos de JXC, partido, espacio, coalición con la que han podido cogobernar en sus inquietudes artísticas con total tranquilidad. La obra teatral en donde todos actúan a su manera, iba a dar comienzo en tan solo siete días. Nadie calculó, raro teniendo en cuenta la cantidad de sociólogos a los que se le da tan bien la poesía, un resultado a favor de Milei. Con Milei no se puede negociar, no hay diálogo, solo queda ver si la embajada de Oslo te banca una traducción o si te pones un cafecito para viajar a la próxima feria en algún país limítrofe, nada de Frankfurt. Ante este panorama las voces no tardaron en hacerse oír y desde ya no están en la calle. Es extraño pensar una resistencia que teme un fascismo pero no lo resiste en el afuera, solo intenta meter un tuit lo suficientemente pasivo agresivo como para hacer sentir mal a cualquier trabajador que pase por el timeline. Carácter parece no haber, la terapia por zoom no viene funcionando y en los libros de Caja Negra, el oráculo político indiscutido de la sensibilidad más chic, ya no se encuentran las respuestas. Será cierto entonces, salvo el poder todo es ilusión.


El domingo voy a votar, después me subo al 15 para encontrarme con Francisco en el McCafé de Libertador frente al CENARD. Estoy contenta en la mesa 2002 me aplaudieron y pensé, al fin se reconoce lo que escribo. Pero no, los aplausos fueron porque fuí la única que se manejó intuitivamente y sin instrucciones con la boleta electrónica. Capitalizo de todas maneras ese aplauso y me voy sintiéndome lo más. Hablamos con Francisco en una construcción acelerada de una amistad donde no hay muchas vueltas, pero también tenemos planes, sueños, compromisos y un trabajo. Con el correr de las horas se llena, muchos militantes de JXC fueron a hacer el bajón con una triple burger o un pollo crispy, no parecen en absoluto preocupados y eso que parecen ser de la lista perdedora de Larreta. La seguridad de tener un contrato asegurado, gane quien gane. Nos despedimos sobre Libertador. Ya esta todo dicho.



Si el adversario tiene aspiraciones para ganar tiene que salir a jugar el partido, lo dijo Ramón Diaz. Con el diario del lunes los kirchneristas línea CONICET dialoga, armaron un plan que juran y perjuran haber craneado todos esos meses: correr a Larreta (el único candidato serio dixit) inflar a Milei y subir al ring (cuanto deporte) a Bullrich.* Es increíble haber mantenido este plan en estricto secreto todos estos meses. Seguro lo pensó gente de la facultad de comunicación de la UBA, ex redactores de la revista Planta, sociólogos, politólogos y algún que otro lacaniano. Increíble estar tejiendo esta trama shakesperiana mientras ahorras en Playadito pero no se te cae una idea para que la militancia tenga más de dos comidas al día y vean una proteína al menos una vez por semana. Gente brillante, sin dudas, que mientras tanto piensa en la próxima subsecretaría a crear. Necesitan tiempo, 20 años no son nada. 


La gente que metió a Milei primero parece tener una cosa clara: no quieren agonizar más. El desarrollo de una vida no se lleva adelante si todos los días perdes un litro de sangre. Basta de gradualismo y de la maquinita de imprimir. Lo primero que hice el lunes fue felicitar a mis amigos, los que fiscalizaron por Milei o por Bullrich, al único votante de Massa que conozco le mande un abrazo. Muchos sueñan con un voto calificado en donde solo voten las chicas de púan y los chicos de fsoc, pero sabemos que eso no va a suceder. La campaña del miedo viene de gente que como mucho ajustó el plan de OSDE. En el medio de la noche cerrada sobre Avenida San Juan escucho el ruido de un motor, luego de otro, otro más, giro en un gesto espero fuera lo suficientemente melodramático para la vista del farmacéutico que fumaba pensativo en el barrio Boedo. Un frente compacto de rappis avanza, son como treinta, van tocando las bocinas, hacen rugir los motores de la clase trabajadora, Milei 2023 gritan, viva la libertad.



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