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Jacqueline Goldbert

La escritura está en todas partes


Lo que más me gusta de un libro son las historias dentro de las historias y las historias que me imagino a partir de esas historias que me cuenta el libro, y más si esas historias son íntimas , chiquitas, y sin ribetes. O son una parte de una historia que queda por la mitad. Cuando era chica creía que un libro aparecía por obra de magia. Que aparecía en el mundo como la naturaleza. La otra vez me junté con Ana Inés en un bar porque la escuché leer, en un taller que casualmente compartimos con Inés Acevedo, unos textos de amor y del principio de las cosas, todos textos hermosos, y le dije que con mis compañeros de editorial la queríamos editar. Ese día que nos juntamos la invité con un café. Quise que nuestro encuentro fuera una ceremonia triunfal, porque ahora que ya no soy tan chica entiendo que un libro no aparece en el mundo por obra de magia, que hay una persona del otro lado de la computadora o frente a un papel dejando una pequeña parte de su vida, confesándose , o develando una intimidad; yo creo que un escritor es un médium, pero solamente en el momento en el que hace girar su escrito y se expone y ese escrito hace que a otro le caiga la ficha de algo o que al menos sospeche que le cae la ficha de algo, cuando un escrito te deja mudo o te deja tan verborrágico al punto de recomendarle a todo el mundo que lo lea y lo publicás en las redes o volvés a releerlo y escribís en un cuaderno partes del libro que te gustaron. No digo que un escritor todo el tiempo sea un médium porque tampoco pienso que los escritores sean gente especial, digo que cuando un escritor devela un secreto propio desata un dolor; soy muy exagerada pero yo siento todo esto cuando un libro, me hace bien y siento que me genera nuevas conexiones cerebrales.

Me estoy yendo por las ramas. La cuestión es que Inés Acevedo escribió un nuevo libro que se llama JAJAJA, en el título en mayúscula, de por sí el título es increíble, leí que dijo que ella no puede parar de reírse; en el libro se ríe de ella misma, Inés tiene una forma muy graciosa de llamar a las cosas que la angustian, quizás eso es lo que hace que las cosas que la angustian se conviertan en menos peligrosas y más interesantes. En el primer cuento del libro habla de su libro Quedate Conmigo que editó con pocos meses de diferencia por editorial Marciana y cuenta que se dispuso a escribirlo luego de ser impulsada por su marido Martín quien le dijo que por qué no escribía una novela como las de Stephen King ya que Inés es fan de King. Ella dijo que escribiría sobre una perra preñada, pero también dice que no siente que haya logrado exponer esa imagen. Dejó su trabajo como panadera y cree que estando embarazada empezó a escribir la novela de seis a diez de la mañana durante dos meses; cuando terminó llevaba escritas cuatrocientas cuarenta y cuatro páginas. En el proceso no lo releyó y al retomarlo luego de dos años le parecía abrumador enfrentarse a un texto del pasado; a ese texto lo llamó el mamotreto, ella le decía "el mamo". Tenía miedo de encontrar algo terrible del pasado como una verdad no revelada y monstruosa. JAJAJA fue editado por Mansalva, al igual que su primer libro, Una idea genial. Tanto en Una idea genial como en JAJAJA Inés aparece con su ternura para relatar su vida que va de atrás para adelante y vuelve adelante y vuelve atrás, porque el tiempo no tiene tiempo, también habla de otros y de la vida de los otros en torno a ella. Los primeros relatos son nuevos, algunos otros tienen hasta diez u once años.

Nombra a personas con sus nombres, se confiesa, se muestra contradictoria, se muestra amorosa, a veces se reprocha cosas, se confiesa con amigos, no tiene ningún problema con nada. La presentación del libro fue en la Internacional argentina, Inés tenía puesto el vestido de la tapa, estuvo a punto de rifarlo pero si alguien lo ganaba ella quería que gentilmente se lo devolvieran, así que rifó algunas fotos, unos manuscritos de ella y unos knishes. El libro lo presentó Cecilia Pavón que dijo que toda la literatura parecería estar condensada en ese libro. Que ese libro podría ser el único libro en la tierra. Y yo pienso que sí, que podría ser como el génesis, porque habla de la relación del editor con el escritor, del amor a los animales que me vino a contestar: ¿ existe el amor a los animales? Inés habla de perros de comadrejas y de osos, tiene unos relatos que se llaman Tetralogía Canina en donde dice : Creo que lo que sentí por Poncho (un perro prestado) fue simplemente amor. Habla del amor por el barrio, lo lindo se sentirse reconocido en la pizzería del barrio, habla de la amistad, de lo feo que es que un amigo todo el tiempo te hable de él, de lo feo que es tener que hacer que todo bien porque es amigo, habla del amor a viajar en bicicleta a desplazarse a aparecer en otros espacios vuelve a su primer libro y habla de estrellas, del campo, de la lluvia. Habla de la maternidad y de la pareja, habla de no tener ganas de cocinar, de estar solo, de ser escritor, de tener una guarida. Está mezclado lo personal, con la ficción, no hay reglas para leer a Inés, solo hay que entrar de a poco o al menos así entré yo. Las historias personales son las que más me gustan y en las que nombra a perros. En la presentación de su libro leyó una especie de carta-escrito que me hizo acordar a las palabras que se decían para encender una vela en los bar mitzvot en donde se hablaba de los amigos, Inés le dedico unas palabras a cada uno de sus amigos, dijo que no toleraba que la presionaran, que quería que la dejaran tranquila, también se reía, dijo que admiraba a sus amigos, pero algo muy hermoso que dijo es que ella no quería escribir de forma difícil, que no quería tener que generar en el otro un esfuerzo para entenderla y la verdad es que me pareció hermoso y un acto de generosidad porque a mí me cuesta un poco entender entre líneas y agradezco poder no perderme partes de sus historias que a veces son incomodas o sinceras pero tiernas y siempre pegan una vuelta que te dejan raro, aparece una flor, una zapatilla nike violeta, un perro preñado que se comunica telepáticamente con el protagonista de la historia. Luego de la carta fue el sorteo y casi todas las amigas de Inés ganaron algo. Y cuando Cecilia estaba saliendo de la librería me la crucé y me dijo: ¿podés creer que todas las amigas de Inés ganaron? Inés es abducida cada noche por un ovni y devuelta a la tierra para momentos especiales como estos.

Creo que un buen libro es un buen libro cuando no te das cuenta qué es lo que quiso contar o de qué se trata, sino que simplemente el relato se desvanece hasta el próximo relato, donde no ves la intención remarcada, ni el esfuerzo de montar el escenario y los personajes para solamente escuchar la voz del autor hablando y diciendo lo que piensa sino que todo esto convive en un mundo mezclado que avanza y te lleva sin darte cuenta, como cuando “termina” y decís: ¿terminó?

También creo que es una reivindicación de que la escritura está en todas partes y puede ser sobre las cosas más pequeñas, más íntimas y hasta sobre lo que pareciera que podría no interesarle a nadie. Pero no olvidar que escribir es un trabajo, que hay personas a las que tu historia no les va a interesar e incluso van a decir: aquí no hay historia. No olvidar que Inés para escribir este libro se levantó a las seis de la mañana durante dos meses y por eso digo que además de un virtuoso el escritor es un trabajador y por eso si los invitás a un bar para decirles que te gustó lo que escribió es bueno invitarles un café.

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