Una autopista a Hiperión
Periferia y centro.
¿Sabemos o fuimos olvidando donde residíamos?
Los anillos de esa incesante periferia
son como velos, versos u oraciones,
un núcleo desde este punto tan alejado del planeta:
el tercer cordón,
y aun mas allá.
Traigo una copa para libar con ellos.
Cantaremos los versos de esta profana liturgia .
¿Qué significa la palabra Cezanne?
Una música, un loop. Bombos legüeros y bits estereofónicos.
Nuestro ejército es triunfante pero siempre en retirada.
Solo queda replegarnos frente a toda esta autopista que respira incesante.
Cada átomo de hormigón está vivo.
Lejos, mucho mas allá de los vaporosos espejismos acuáticos,
¿dónde se terminan las imágenes?
Allí brillan lagunas y pantanos,
también barrosos esteros de totoras mustias.
Veo a aquellos jóvenes jugar entre gigantescas osamentas de chatarra.
Corren como si fueran sátiros y ménades olvidados por su dios protector.
No saben que estos días serán los mas felices,
los mas vivos y pletóricos, rebosantes de presente.
Sobre los carteles de chapa verde se leen los versos hieráticos
de los poetas antiguos, tanto los exitosos como los olvidados.
La pintura es una herramienta. Es la nueva tecnología fina.
¿Podré atrapar las imágenes de esta narrativa amébica y flotante que me persigue?
Así entonces la eficacia del dibujo, su especificidad, su propia medida.
Tecnologías del adentro y del afuera:
estoy urdiendo un plan para existir
y al mismo tiempo evadirme de la mirada de los otros.