Marx en Times Square
Joel tiene el pelo largo. Marion lo tiene corto. Joel es alto. Marion petisa. Marion fue al teatro con Joel. Joel fue al teatro con Marion a ver Steve Reich en el Carnegie Hall porque compró dos entradas como autoregalo de cumpleaños.
No había pochoclos. Fueron al baño en el intervalo, antes de entrar Joel saludó a dos amigos que se encontró. Marion siguió de largo se hizo la boluda, es que las situaciones de encuentro con desconocidos le dan fobia. Le da fobia que se le escape una escupida mientras habla. Le da fobia que la miren a los ojos, prefiere ir directo al grano, no le interesa conocer más gente para sumar a su listado de contactos, su celular le dice que el almacenamiento está lleno.
Joel le dice a Marion al oído que el director debe ser buen bailarín. Marion dice que debe ser bueno en los deportes, la natación.
Salen del Carnegie Hall y caminan en dirección a Times Square. Joel está obsesionado con eso, con lo de times y lo de square. La simbología de las palabras juntas y separadas. Marion le dice que es la 3ra vez que está en Times Square y que seguramente todos podamos contar la cantidad de veces que estuvimos ahí, en ese recinto de luces estridentes y en el tumulto continuo de gente, no es algo que te olvides facilmente.
Compan queso azul, limonadas con jengibre, aceitunas y se sientan en una plaza seca entre las torres altas, altísimas, rascacielos. Hay mucho ruido, estruendos, quilombo, luces.
Joel es artista. Marion también. Joel sabe manejar autos, tiene uno. Marion solo sabe manejar relaciones de amistad, en las amorosas fracasa, es inconstante, inconsistente.
Joel toca el teclado. Marion toca el piano.
El vecino de Marion está siempre con la puerta abierta. Un día lo escuchó decir por teléfono “Te amo como nunca amé a nadie”. Cuando lo hizo se metió una tortilla de maíz a la boca, se mordió un cachete por dentro y se dio cuenta de esto por el sabor a sangre que recorrió su paladar.
En el Carnegie Hall Steve Reich apareció en el escenario al principio y al final. Primero porque interpretó junto a alguien más su composición Clapping Music, con aplausos solo de ellos dos. Su segunda aparición fue al final, en este caso quien aplaudía era el público. Al igual que Marion, Steve apareció y entre sus movimientos espásticos un tanto fóbicos por mostrarse ante una considerable cantidad de espectadores desde el escenario, le besó la mano a la violinista principal.
Joel es de apellido Dean. También le obsesiona la idea de los hermanos mellizos, gemelos. El tiene un mellizo. Como las torres, que también tienen mellizos o edificios que se le asemejan por cercanía y altura. Y como las torres que eran gemelas y como ese intervalo en el que una torre cayó y después también lo hizo la otra. Como si una necesitara de la existencia de la otra para sostenerse o algo así.
Ayer marion estaba en un café al que suele ir cada martes a veces incluso los miércoles. Conoció a Karl. Karl tiene un perro salchicha que rescató de la calle. Karl le dice a Marion que su perro sufre de ansiedad esa ansiedad de extrañar ante la separación. Cuando Marion le pregunta a Karl el nombre de su perro, él responde mostrándole sus dedos de las manos en forma de puño, los dos juntos, sus tatuajes, una letra en cada dedo (4 de un lado y 4 del otro sin contar los pulgares), forman las palabras Karl Marx. Es el nombre de su perro y agrega que también es el suyo “hace una semana me cambié el nombre, ahora los dos somos Karl Marx y el tatuaje tiene más sentido. ¿Sabías que podes hacer eso? ¿Cambiarte el nombre? creo que a vos te quedaría bien el nombre Claire”.
http://joelssanddispensary.com/