La materia de la nostalgia

Fui a la inauguración de “La materia entre los bordes” de Alberto Goldenstein en el Mamba. Había visto muy pocas fotografías de él en vivo, tenía ganas de ver su trabajo completo.

La primera foto que me capturó, por lo que tiene de fotomontaje realizado en vivo, fue la de una estatua de un hombre a caballo (el monumento a Mitre) y mas allá un avión que pasa volando. El medio de transporte más primitivo inmortalizado en piedra junto con el más evolucionado, volando, en acción. El momento de la toma se me aparece como una escena azarosamente premeditada. Alguien que mira a través de una cámara buscando un objetivo pero a la vez dejándose capturar por el entorno. De golpe es tomadx por aquello que observa. De cada foto que observo, miles más se forman.

Camino hacia el sector oscuro, un cómodo sillón para contemplar desde ahí la proyección de fotos, son retratos de artistas, amigxs, reconozco a muchxs, algunxs ya no están, siento una emoción alegre y una risa suave. Belleza y humor conviven perfectamente.

Todas estas imágenes me hacen creer que la fantasía se encuentra en la realidad más real. Porque precisamente ahí donde los ojos se posan algo nuevo ocurre. Y eso es algo increíble.