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  • Nicolas Maidana

Un misterio llamado Mao y Lenin (Primera parte)

Un Domingo de Abril de este año, recibo el siguiente correo electrónico:

No tengo nada que decirte y además no tengo ninguna obligación de hacerlo. Pero para que me dejes en paz de una vez por todas, voy a darte una oportunidad.

Nos vemos el martes en la dirección que te paso más abajo, a las nueve de la noche.

Así era el mail que me había enviado Ana González Tassier, la autora del legendario blog de arte Mao y Lenin, que tuvo su momento de fama hacia finales de la primera década del siglo veintiuno y principios de la siguiente.

Pero antes, un pequeño flashback. Algún tiempo antes de recibir ese inesperado mensaje, yo había estado curioseando sobre los artistas de introducirme emocionalmente en la atmósfera cultural que se vivía en aquel período, en especial sobre los que se nucleaban alrededor de las galerías Appetite, Belleza y Felicidad y alrededores. Eso me predispuso a esa época. Y fue ahí, en ese momento de investigación, en que me vino un fogonazo, un poco impreciso al comienzo, pero.…

¿No había existido por aquella época cierto blog que habíamos frecuentado con asiduidad? ¿Estaría online todavía?

Mucho agua había pasado bajo el puente. Y sin embargo, después de unos segundos de búsqueda, ahí estaba:

http://maoylenin.blogspot.com.ar

Las entradas fechadas de Ana González Tassier en su totalidad. Observándonos desde un pasado reciente (un pasado que ya no nos pertenece) a diferencia de tantas páginas que, con el correr de los años, se esfumaron de la faz de la tierra.

Se trataba de una época en la cual las redes sociales no se habían solidificado de la manera en la cual lo padecemos hoy en día y entonces existía un rasgo, llamémoslo, “underground” entre la gente que escribía en internet. Las personas de aquella época (hoy no podemos entenderlo) se dedicaba al inefable deporte decimonónico de crear “Blogs”. Blogs por todos lados, blogs para todos y todas, de cine, de arte, de tatuajes, del “año que pase en Londres”, de poesía, de crítica de poesía, de grafitis, de “mis memorias personales”, de gatos, etc.

viernes, 10 de agosto de 2007

…Todos sabemos que si tenés algo para decir te hacés un blog. Un blog no es solamente un fanzine electrónico; es también una genial mochila. Porque un fanzine era un número solo. ¡¡En cambio un blog tiene para almacenar todo lo que escribiste antes!! Un blog es acumulativo y eso está rebueno.

Anita

Algunos incluso recordarían a ese período como “la era dorada del blog”. Pero se parecía más bien a un territorio comanche, en donde los trayectos y los contactos eran azarosos o muy específicos, casi de nicho. Muy lejos del formateo que produce en nuestra cultura la cartelización de los algoritmos que ordenan las redes sociales y del que somos víctimas en nuestro modo de existencia actual: la mayoría de las veces no podemos evitar surfear por un entorno protegido e invulnerable, que nos ofrece lo que ya sabemos que queremos.

De modo que son pocas las estrellas que lograron permanecer de aquel firmamento dilapidante… Mao y Lenin es una de ellas. El cual existe todavía en una especie de condición espectral, una leyenda cuyas huellas todavía se pueden rastrear, una leyenda que tiene archivos.

miércoles, 7 de febrero de 2007

…¿Cómo debe haber sido vivir los noventa en Buenos Aires y convivido en esa guerra del gusto? Cippo me dice que tal gusto no fue más que una política y que hoy en día esa postura no tiene ya sentido, y que si hablamos de un "gusto appetite" este debería entenderse de forma ornamental. No entiendo mucho qué quiso decirme con esto, pero me parece interesante. Al fin de cuentas, sobre Appetite todo está aún por decirse. Porque sin dudas, y si suena pomposo mejor, Appetite es uno de los nombres con los que podemos denominar al futuro del arte argentino. ¡Salud!

Anita

Ana parecía tener una relación de cercanía, incluso de amistad, con la mayoría de los artistas sobre los cuales escribía y sin embargo nadie recuerda haberla visto en persona. Lo curioso es que muchos se comunicaban por mail con ella, ¿Que había pasado? ¿Había existido realmente? ¿Era la chica de la foto con la remera de Motorhead que inauguraba el blog? La leyenda no paró de crecer, de propagarse. Como un secreto molecular.

De modo que, a medida que progresaba en la relectura del blog, poco a poco comenzaba a desinteresarme por la movida artística y a intrigarme de una forma más sugestiva por ese otro plano de existencia que atravesaba la galería Appetite y alrededores (pero no solo). Esa zona íntima y social que era Mao y Lenin:

viernes, 16 de febrero de 2007

…Sería genial que cada uno de nosotros pudiera tener una colección conformada por obras de amigos y amigos de amigos y así. El arte sería lo que me gustaría que sea: un instrumento de interconexión mucho más cálido que un gran museo o una galería convencional, por más moderno que este sea. Por lo mismo, está buenísimo tocar timbre en una casa y experimentar la sensación de que no estás entrando en un bazar de obras de arte, ni a una escuela donde te van a bajar línea sobre qué es lo importante, sino que estás ingresando en la cotidianeidad de gente que te hace acordar demasiado a vos misma, aunque nunca antes los hayas visto. Qué genial que ya exista un espacio así, aquí y ahora. Si nunca fuiste ¡no te lo pierdas!...

Anita

Lamentablemente en este breve espacio no vamos a poder dar cuenta de la exuberancia del blog, el cual duró cinco años, del 2007 al 2012 con multitud de entradas, decenas de muestras reseñadas y una multiplicidad de personajes del mundo del arte. Tampoco vamos a profundizar en la clase de agudeza particular que detentaba Ana. Ella era una luz, pero en cuentagotas. Percibía algo y en el momento de tener que ir un poco más allá, pasaba a otra cosa, a otra muestra, a otra escena con otros nombres, a otra entrada del blog. Pero ese era justo su encanto, como un fogonazo lleno de intuiciones micro-ensayísticas que iluminaba el universo de las muestras de Buenos Aires. Aunque también su propio estado emocional con respecto a esas obras, a la manera de un diario íntimo:

lunes, 16 de abril de 2007

En uno de los primeros post dije que las obras que más me interesan, aquellas que logran hipnotizarme y colonizan amorosamente mis pensamientos durante días, son aquellas de las que me apropio y paseo por mis sentidos sin respiro: son mis momentáneas consejeras, del mismo modo en que el horóscopo de las revistas de los diarios de los domingos se transforman en el oráculo de algunas personas que conozco. Las obras que más me dicen son como prótesis, partes de mí…

Anita

viernes, 25 de mayo de 2007

…un artista tiene su atmósfera. Decir que un artista es un lugar es una metáfora, pero observar su atmósfera es algo muy distinto.

Pienso inmediatamente en las fotos que elegí para este post: la instalación de Juliana Iriart que se modificaba con los días. Un espacio que variaba su atmósfera, un espacio con estados de ánimo…

Anita

De manera que es un misterio cómo se enteró de que yo había comenzado a husmear en su blog ni quién le dio mi mail, ya que lo había hablado con muy pocas personas. Al consultarlo con amigos y conocidos relacionados con el arte, nadie supo decirme nada. Por eso sufrí un verdadero shock al recibir la invitación para que nos veamos. No todos los días se recibe el correo electrónico de un fantasma…

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