UNA MÁSCARA QUE SE RESISTE
Es sábado a la noche. Festejo mi cumpleaños con amigos, 24 de agosto de un año que ya no recuerdo. El lugar es un sótano en el microcentro. La penumbra y el humo hacen más claustrofóbico el lugar. Suenan canciones en vivo, una banda de rock más un pequeño ensamble de vientos. El calor es agobiante, pero nadie se va. No sé por qué, pero quedo hipnotizado por los sonidos de la trompeta, sobresaliendo del resto. Va y viene, del estruendo al murmullo. Es Andrés Ravioli.
Es domingo a la tarde. La cita es en Avenida de Mayo. El motivo, la performance de Christian Dios, un artista visual referente de los ochenta en adelante. Participan otros artistas. Somos unos pocos mirando desde la vereda de enfrente. Unos encapuchados en un balcón haciendo extrañas manifestaciones, interpretando un puñado de composiciones de Ulises Conti. Entre ellos, Andrés Ravioli. Son brujos vestidos de negro invocando espíritus misteriosos, en contraste con la señorial Avenida.
Estoy escuchando el EP Máscara. Suena un pop elegante, aterciopelado, con toques neo-soul. Las letras, más susurradas que cantadas, le cantan al amor. Melancólicas viñetas, leves, flotantes. Paradójicamente no hay trompetas, el instrumento que lo distingue. Canciones atravesadas por la viola de Mariano Malamud, por los colchones de sintetizadores, por la voz cuasi crooner de Andrés. Me topo con una referencia literaria: Ballard, el último tema. La letra combina e intenta evocar esa atmósfera de espacios abiertos, desolados, de pérdida y recuperación de estados de ánimo que se tornan confusos, brumosos. Indeterminados. Como en la obra del genial escritor inglés.
No puedo evitar recordar aquellos momentos mientras escucho las canciones. Y misterio es la palabra que me resuena todo el tiempo. Un misterio que invita a ser develado de a poco, como descorrer lentamente una cortina y ver que hay del otro lado. Y es en ese momento que el arte se hace manifiesto: prefiero regodearme en ese misterio, me resulta más apasionante el secreto, el velo que sostienen las composiciones, lo que sugiere ese ambiente climático, nocturnal. Una suerte de embrujamiento musical y romántico que te coloca en esa línea entre el deseo y la concreción.
Como una máscara, que se resiste pero a la vez te tienta a arrancarla.
http://www.metamusica.tv/metamusica.html
https://metamusicarecords.bandcamp.com/