Una nueva conducción
Este día de luna nueva en Leo nos invita a sembrar un deseo y el mio es que seamos capaces de encontrar una nueva conducción para que la Fundación arteBA pueda salir de esta situación crítica que está atravesando.
Mi desvinculación estuvo planeada desde el mes de julio, la resistencia a los cambios que creía necesario realizar y mi nuevo domicilio en Uruguay fueron los principales motivos que me llevaron a tomar esa decisión.
En su momento consideré que era hora de realizar una transformación profunda que no podía llevar adelante a la distancia y con una estructura organizacional que no respetaba la cadena de mandos. Ahora, la visibilidad pública que está teniendo este debate —gracias al compromiso de todos los miembros de la escena— hacen que la transformación sea una necesidad urgente. Por lo menos para quienes amamos con pasión el arte.
Me hubiera gustado llegar a generar más cambios durante mi presidencia, pero conservo la esperanza de que podemos imaginar y construir algo mejor. Es imposible hacer oídos sordos a los artistas, a los coleccionistas y a los galeristas que son los protagonistas de nuestra escena.
Estamos en medio de un profundo cambio cultural que por suerte ha sumado fuerza y visibilidad a diversas voces en la esfera pública, es nuestra obligación escucharlas y cambiar todo lo que haya que cambiar.
Tuve una charla profunda con Alec, en la que me manifestó su intención de correrse de su lugar para ayudar y facilitar que se tomen las decisiones que se tengan que tomar. Me parece un momento importante para sincerarnos y lograr los consensos necesarios —sin renunciar a nuestras convicciones— para conservar lo que vale la pena de esta Fundación que tanto hizo por el arte y modificar todo lo que hace falta.