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Bob Lagomarsino

Principios y valores


Esta semana el Presidente Fernández provocó una nueva decepción del colectivo feminista en general y de la comunidad artística en particular: escogió 33 obras para decorar la quinta presidencial de las cuales solamente 2 pertenecen a artistas mujeres. ¡La pucha! No parece una selección muy equitativa para un gobierno que promueve la Justicia Social.


La periodista Ana Belén Papa Orfano publicó en El Cronista una nota donde da cuenta de la elección de los cuadros, su procedencia y el particular criterio estético del profesor de abogacía con mentalidad europea.


Llama la atención este traspié del Presidente que está muy entrenado en la necesidad de “decorar” con mujeres su gestión de gobierno. Es conocido el reclamo al Secretario General de la Presidencia para que invite mujeres a ilustrar las fotos de prensa de sus reuniones masculinas con sindicalistas y empresaurios.


No sabemos si el criterio del menor de los Fernández está sesgado por sus tendencias socialdemócratas o por décadas de heteropatriarcado en la historia del arte, pero esto ha llevado a que solamente una mujer sea mostrada hoy en la Quinta de Olivos. La única privilegiada es Lola Frexas, una paisajista que aprendió las renovadas tendencias modernistas en el viejo continente y miró con esos ojos viajeros las esquinas de nuestra patria, para pintarlas con un poco de color europeo.


Si uno observa la selección de obras queda claro que la “reflexión política” solamente la hacen los hombres como García Uriburu o León Ferrari, y a la única artista mujer de la Quinta de Olivos no parece corresponderle otro lugar que no sea la decoración de ambientes cálidos.


No hemos escuchado a ningunx de lxs librespensadorxs del Ministerio de Cultura ni del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, reclamar mayor presencia femenina. Será mucho más difícil explicar y transformar la historia y el arte argentino si desde el lugar más importante de la república se sigue reproduciendo la historia de ese viejo canon dominado por artistas hombres.


El criterio adoptado ahora ignora las destacadas artistas mujeres de nuestra patria para priorizar el arte machirulo. El recorte deja de lado a figuras notables como Yente o Prati y ni hablar de mujeres más cercanas al pensamiento peronista como la compañera Margarita Paksa. Si estamos lejos de eso, más lejos estamos aún de que artistxs trans y no binaries ingresen a los espacios de poder.


Ojalá que pueda deconstruir su mirada, sobre todo considerando que esto sería solo un gesto gratuito de los que ya nos tiene acostumbrados. Su gestión es por lo menos complicada y generalmente no le quedan muchas más alternativas que apoyarse en gestos simbólicos y retóricos como manifestarse a favor de la interrupción voluntaria del embarazo pero sin hacer mucho para impulsar el proyecto de ley.


No estaría mal preguntarse cuál es la política, el arte y la historia que le interesa representar al Presidente. También estaría bien recordar una cosa en la que personas sensibles e inteligentes podrían llegar a ponerse de acuerdo fácilmente: el arte es lo que controla al poder y no a la inversa.


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