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Claudio Golonbek

¿Kilomba de subasta?



Pocos días después de publicar mi primer posteo en IG sobre la tan comentada subasta, Jennifer me propuso escribir sobre el tema. Le respondí que yo ya había escrito, y me contesto muy prestamente “entonces quisiera publicar ese texto”. A continuación, va entonces un casi (SIC) de lo escrito + una yapa.



El miércoles pasado [5 de julio] ocurrió un hecho importante en Buenos Aires que fue la subasta "Colección Bruzzone" realizada en Roldan.


Algunos de los aspectos para destacar además del enorme entusiasmo que generó el evento son:


1°) los precios alcanzados fueron informados públicamente o sea genera una clara y precisa comunicación de lo que valen realmente las obras.


2°) todos los compradores (o casi todos) son argentinos residentes y resultó notable el interés por participar más allá de la compleja coyuntura económica que vive el país.


3°) el mercado y todo un extendido trabajo curatorial previo pusieron en valor un 'original' movimiento artístico "El Rojas" (los ‘noventas’) de características novedosas para la época.


4°) se revela con evidencia concreta la consolidación de la -ya incuestionable- demanda por lo "contemporáneo".


5°) la importancia asignada a la 'provenance' y al recorrido museístico de las piezas ofrecidas, o sea validar la acción deliberada de coleccionar y dar circulación.


En mi opinión es evidente que la posibilidad de la profundización del mercado de arte local no es como generalmente se cree un problema monetario, en particular cuando están las piezas ‘correctas’ y las condiciones para su posible adquisición.


Lejos de entenderse este hecho (la exitosa subasta) como un punto de llegada, debe pensarse como uno de partida para el paso a una mayor escala de la actividad donde el trabajo profesional -como se demuestra en este caso- es clave.


Es claro también que el 'gusto' generacional está cambiando de manera sustancial y esto implica nuevos desafíos respecto de los valores relativos entre movimientos artísticos de otras generaciones, entendiendo que la demanda futura será de manera creciente mucho más selectiva.

Los precios más importantes (martillo + comisión + IVA comisión) registrados fueron:

1°) Marcelo Pombo: USD 153.000

2°) Pablo Suárez: USD 120.000

3°) Jorge Gumier Maier: USD 87.000

4°) Cristina Schiavi: USD 70.000

5°) Jorge Gumier Maier: USD 66.000




El pasado [miércoles 12 de julio] hice un posteo sobre la “subasta Bruzzone” un texto -que pese a su brevedad- lo trabaje mucho antes de publicarlo. Básicamente rescata el evento como algo importante y positivo para el sistema de arte local. Fue instantáneamente leído por mis seguidores en IG (620 personas) desde el momento publicado y esto generó una atractiva métrica post circulación que hoy me interesa compartir y comunicar.


En primer lugar, modificó mi hipótesis anterior de que las imágenes frontales de personas (Barón Thyssen Bornemisza, Godard, Basquiat) eran las que más LIKES generaban. En esta oportunidad, el contenido resultó de capital importancia, en especial uno que refiere al mercado local y además remite a un evento que resultó ‘exitoso’.


La relación entre lo ‘exitoso’, el rol que juega el dinero para dicho logro y la presencia del ‘arte’ en el medio, permite sin duda diferentes opiniones.

Localmente siempre hubo un fuerte sesgo a no querer mezclar ambas cosas. Yo aun siendo economista y trabajando en el sistema financiero desde hace décadas también muchas veces tengo variadas ‘inquietudes’ respecto de dicha cuestión. Pero cuando reflexiono más a fondo sobre el tema me ubico desde el lugar por el que siempre he defendido el desarrollo del “mercado de arte”, por entender que es la única instancia real y genuina por la cual los artistas pueden vivir y desarrollar sus carreras. Este ha sido siempre mi punto de vista (y mi práctica personal) desde hace más de 20 años en los que vengo participando activamente en el sistema local de arte contemporáneo.


Volviendo a las métricas, destacó los numerosos comentarios suscitados (fueron 18) en particular agradeciendo por lo escrito. También fue llamativa la cantidad de veces que se compartió el posteo (41) y las visitas al perfil (49). Alcanzó los 119 LIKES (85% son de seguidores) y supero por 6 a la imagen del ‘poderoso’ mecenas y coleccionista retratado nada menos que por Lucian Freud.



POST POSTEOS


Cuando este texto se publique habrá transcurrido un mínimo tiempo del evento en cuestión y con alguna distancia ya parte del entusiasmo original habrá empezado a diluirse. Tanto los comentarios a favor, como en contra irán perdiendo momentum. Cumplida entonces una primaria fase informativa y enfática sobre su significatividad entiendo que ahora es importante hablar con alguna visión de futuro.


Para fijar una básica línea conceptual desde donde evaluar ciertos temas con perspectiva de poder lograr mayor valor simbólico y comercial, voy a referirme al libro “Boom: Mad Money, Mega Dealers, and the Rise of Contemporary Art” (2019) de Michael Shnayerson, un periodista y editor de Vanity Fair. El autor destaca con bastante claridad y brutalidad la centralidad del dinero en el desarrollo del arte contemporáneo (mercado, circulación y validación) acción donde juegan un rol central las mega galerías globales, siendo Gagosian Gallery el paradigma. La fusión entre ‘mucho muchísimo dinero’ y arte da cuenta que en el presente resulta muy difícil que algo ‘importante’ pueda desarrollarse por fuera de ese hiper intrincado, caprichoso y competitivo circuito. Si bien la plétora de dinero muchas veces puede ‘lavar’ o devenir en light una estrategia artística interesante, también puede ponerla en foco en un nivel destacado que de otra forma no podría lograr. La capacidad de movilizar recursos monetarios es central para generar atención. Ocurre muchas veces que la circulación de casi cualquier novedad a elevados precios -generalmente difíciles de justificar como los reciente NFTs- convive en simultaneo con su exacto opuesto, obras que sostienen un discurso reflexivo y crítico relacionados con aspectos centrales del actual modelo de sociedad capitalista global y sus consecuencias. Este mismo sistema es el que destaca superlativamente y valora la producción de artistas como: Wolfang Tillmans, Rosemarie Trockel, Erwin Wurm, William Kentridge, Kiki Smith, Lawrence Weiner, Valie Export, Nan Goldin, Francis Alys, Ana Mendieta, Harum Farocki, Hito Steyerl, Maria Lessing, Martha Rosler, Kara Walker, Zanele Muholi, Rirkrit Tiravanija, Fischli & Weiss, entre otros. Yendo a ejemplos aún más concretos y recientes, la producción de la artista portuguesa Grada Kilomba (b.1968) cuyo trabajo se desarrolla sobre temas como trauma, genero, memoria, racismo y postcolonialismo resulta exhibida en estos días en tres lugares muy importantes relacionados con la circulación y validación de arte contemporáneo: Palais de Tokyo (Paris), Castello di Rivoli (Turín) y Norval Foundation (Ciudad del Cabo). Entiendo (muchos compartirán esta idea) que es impensable la materialización de este tipo de eventos sin que haya significativos recursos económicos puestos en tal dirección. Situaciones como esta no hacen más que señalar la enorme complejidad que tiene el sistema de arte como conjunto para expresar lo más genuinamente posible a su propio tiempo.




Imagen: Verónica Madanes, 0.000.000. 2012-2016. Acrílico y papel vegetal sobre tela.


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